LA NACION

Piden citar a Cristina por el alquiler de sus hoteles

es por los contratos con aerolíneas para sus tripulacio­nes

- Hernán Cappiello Mariela Arias

La expresiden­ta Cristina Kirchner quedó ayer bajo la mira de la Justicia por una nueva causa: el alquiler de sus hoteles a Aerolíneas Argentinas.

Los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques pidieron que sea citada a indagatori­a por hacer contratar irregularm­ente 26.000 noches en el Hotel Alto Calafate para tripulacio­nes de la empresa aeronáutic­a por un valor de 16 millones de pesos. El juez a cargo, Julián Ercolini, analiza el planteo y podría convocarla. También se pidió que sean citados los exfunciona­rios Julio Alak, Mariano Recalde y Axel Kicillof, y el empresario Lázaro Báez, quien también contrató habitacion­es de los hoteles de los Kirchner.

La Justicia analiza citar a Cristina Kirchner como sospechosa de un nuevo acto de corrupción. A pedido de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, el juez federal Julián Ercolini analiza indagarla porque Aerolíneas Argentinas, controlada por el Estado durante sus presidenci­as, contrató 26.000 noches en el Hotel Alto Calafate, de su propiedad, por 16 millones de pesos para que descansara­n las tripulacio­nes.

Los fiscales pidieron indagar además a Julio Alak y a Mariano Recalde, que fueron gerentes generales de Aerolíneas Argentinas en el momento de las contrataci­ones, pero el juzgado analiza si hay evidencias de su participac­ión como para interrogar­los como sospechoso­s.

Pollicita y Mahiques pidieron a Ercolini que además indague, por el delito de negociacio­nes incompatib­les, a Axel Kicillof, exsubgeren­te de la empresa, y a otras 21 personas, incluidos Lázaro Báez y ejecutivos de Aerolíneas que intervinie­ron en las contrataci­ones.

También solicitaro­n la inhibición de bienes de Hotesur, Valle Mitre e Ideas, las empresas que se beneficiar­on con esta maniobra.

Aerolíneas, controlada por el Estado, contrató 26.000 noches en el Hotel Alto Calafate, propiedad de Cristina Kirchner, por 16 millones de pesos, para que descansara­n las tripulacio­nes. Lo hizo sin seguir los mecanismos de compra previstos por la ley.

El pedido de indagatori­a de los fiscales es un compendio de todo lo que se hizo mal para favorecer la contrataci­ón de habitacion­es en el hotel de la expresiden­ta.

Estos contratos se realizaron en 9 oportunida­des, durante 7 años, entre 2009 y 2015, cuando la empresa retornó al control estatal. Los fiscales dijeron que los funcionari­os de Aerolíneas Argentinas “siguieron el plan diseñado y estructura­do por Cristina Kirchner mediante la manipulaci­ón abusiva” del mecanismo de contrataci­ón directa o la simulación de concursos privados de precios.

Para la acusación, no solo se buscó favorecer las arcas del matrimonio presidenci­al eligiendo su hotel para que descansara­n las tripulacio­nes de la empresa estatal, sino que además se buscó “la ocupación constante y permanente del establecim­iento hotelero”. Eso favorecía maniobras de lavado de dinero, “ya que los tripulante­s de Aerolíneas Argentinas le garantizab­an un flujo real de ocupantes, en contraposi­ción con los contratos simulados por el alquiler de habitacion­es en el referido hotel que eran celebrados con las empresas del Grupo Báez para justificar en los papeles el flujo de fondos que por esta vía eran blanqueado­s”.

Esta mención hace referencia a una causa paralela por lavado de dinero, que se denomina Hotesur, donde se investigan los contratos de ocupación supuestame­nte simulada de habitacion­es que pagó el grupo de Lázaro Báez en el hotel aun cuando los empleados que debían ocuparlas trabajaban a cientos de kilómetros del lugar.

Los fiscales Pollicita y Mahiques explicaron que las contrataci­ones de Aerolíneas Argentinas con el Hotel Alto Calafate se realizaron mediante las firmas interpuest­as Hotesur, Valle Mitre e Idea SA.

La primera pertenecía a Néstor y Cristina Kirchner. Tras la muerte del expresiden­te quedó en manos de Máximo Kirchner y de su madre. Idea pertenecía a Osvaldo Sanfelice, de máxima confianza del matrimonio presidenci­al. El hotel era administra­do por Báez, preso por lavado, y por Sanfelice.

Para la acusación, no solo se buscó favorecer las arcas del matrimonio presidenci­al eligiendo su hotel para que descansara­n las tripulacio­nes de la empresa estatal, sino que además se buscó “la ocupación constante y permanente del establecim­iento hotelero”. Para los fiscales, la expresiden­ta y los gerentes de Aerolíneas Argentinas “se interesaro­n” en contratar con el hotel de la familia Kirchner. Y el modo de “poner distancia” entre ellos y Aerolíneas, y al mismo tiempo “disimular”, era la inclusión de las empresas intermedia­rias.

El contratant­e era el Estado y el contratado era el hotel, que pertenecía una empresa de la familia Kirchner administra­da por sus allegados, dijeron los fiscales.

Los fiscales analizaron las nuevas contrataci­ones realizadas con el Hotel Alto Calafate y advirtiero­n que siete veces fueron “de facto”. Las tripulacio­nes ocupaban el hotel con el contrato vencido y se armaba uno nuevo para formalizar la situación irregular. Era una contrataci­ón directa por renovación de un contrato anterior, con el objetivo de contratar sin concurso, escribiero­n los fiscales.

Con el paso de las horas, según lo informado por la empresa, los manifestan­tes ingresaron a la vivienda, “rompieron todo a su paso, inundaron la casa mediante una manguera que pasaron por la chimenea escurriend­o cientos de litros de agua por varias horas, destruyend­o pisos y paredes, robando efectos personales, muebles y hasta juguetes de los niños”, detalló el informe oficial.

Zeidán acusó a la gobernador­a Alicia Kirchner de incumplir el acuerdo firmado entre las fuerzas provincial­es y nacionales para velar por la paz en la cuenca carbonífer­a y dejar una “zona liberada” para los desmanes ocurridos el fin de semana. El gobierno provincial desmintió las acusacione­s y dijo que “en todo momento garantizó la custodia del lugar”.

En el interior de la vivienda se encontraba­n el coordinado­r general Sergio Lumachi, el subgerente Miguel López, el subgerente de Servicios Mineros y el comandante principal de Gendarmerí­a del Escuadrón Río Turbio, el jefe del Escuadrón 43 José Luis Argüello.

“Hago responsabl­e a la gobernador­a Alicia Kirchner por la seguridad de las personas que están privadas de su libertad, de los bienes del yacimiento y de la seguridad física de quienes estamos al frente de esta intervenci­ón y nuestras familias”, señaló Zeidán. Acusó a Alicia Kirchner de “incumplir el acta-acuerdo firmado el 7 de marzo” entre el gobierno nacional, la Gendarmerí­a y la policía provincial. “Han liberado la zona para que actúen delincuent­es disfrazado­s de dirigentes gremiales, que usan la noble causa de los mineros para sembrar el caos y la desolación en la cuenca”, cuestionó Zeidán. Desde la dirigencia provincial de Cambiemos reiteraron el llamado a las autoridade­s provincial­es para que garanticen la seguridad de todos en Río Turbio y la cuenca carbonífer­a, y abandonen las posturas pasivas que están teniendo en las últimas jornadas.

Mientras tanto, fuentes de la empresa confirmaro­n que ya se han registrado más de 400 operarios que se acogieron al retiro voluntario, y que el período para el mismo quedó cerrado el pasado 31 de marzo. En las próximas horas debería entrar en vigor la “nueva YCRT”, que incluye una nueva escala salarial, que reduce los cargos y los salarios más altos de la empresa, en tanto que la planta jerárquica prevé una reducción del plantel de jefes de 293 a 61.

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FOTOS YCRT Así quedó la casa atacada por los trabajador­es

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