Primera condena a prisión por el Rusiagate
Un abogado holandés fue sentenciado a 30 días por mentir en su declaración
WASHINGTON.– Un abogado holandés que mintió a agentes federales que investigan a Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump, fue sentenciado ayer a 30 días de prisión, en el primer castigo del Rusiagate.
A Alex Van der Zwaan también se le ordenó pagar una multa de 20.000 dólares. Esta sentencia podría servir como modelo para otros casos relacionados a la investigación del fiscal especial Robert Mueller, como el de un exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca y un asistente de política extranjera de la campaña deTrump.
La sentencia de Van der Zwaan, empleado en un renombrado estudio jurídico que tiene sucursales en Nueva York, fue “ejemplar”. El joven también admitió no haber proporcionado documentación solicitada por Mueller. En especial, Van der Zwaan habría brindado declaraciones falsas sobre sus vínculos con un exconsejero de la campaña de Trump, Rick Gates, y sobre vínculos de este último con una persona relacionada con los servicios secretos militares rusos. Gates, también investigado por el Rusiagate, era el brazo derecho de Manafort y se encuentra entre aquellos que admitieron haber mentido.
Manafort, a fines de febrero, se declaró culpable de conspiración y de haberle mentido a los investigadores. Ahora podría colaborar para evitar una pena severa. Por eso, para algunos analistas, Gates es considerado como “el eslabón débil” o el hombre que puede significar un eventual punto de inflexión en la investigación. Las miradas todavía apuntan al exjefe de campaña de Trump. A tal punto que acaba de conocerse que fue el viceministro de Justicia, Rod Rosenstein, quien le pidió al fiscal especial que indague a Manafort sobre las acusaciones de colusión, además de autorizarlo a investigar pagos que aquel había recibido, años anteriores, de políticos ucranianos. Sin embargo, hay un tercer hombre al que Mueller parece dedicarle particular atención por estas horas: es Roger Stone, exconsejero “informal” de la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca, conocido lobbista de Washington, que con frecuencia atrae la atención sobre sí mismo con declaraciones controvertidas y tuits.
Recientemente llamaron la atención del fiscal especial las declaraciones de Stone acerca de una cena que tuvo lugar en agosto de 2016, en la que se habría reunido con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, escribió el Wall Street Journal.
El diario recordó que ese año, WikiLeaks publicó miles de documentos contra Hillary Clinton, que para los servicios de inteligencia estadounidenses provenían de agentes rusos. En tanto, Trump volvió a hablar con su par ruso Vladimir Putin, después de haberlo invitado a la Casa Blanca. El mandatario estadounidense ratificó que a su entender es “algo bueno estar de acuerdo con Rusia”.