Una visita cargada de tensión, debates crispados y un apagón
La reacción de Cerruti, que increpó a Caputo por un mensaje que le hizo llegar anticipó un final abrupto
Chicanas, acusaciones, gritos, un papelito con un mensaje polémico y hasta un apagón que afectó varias manzanas y dejó a oscuras el Palacio Legislativo fueron solo algunas de las alternativas que rodearon la visita del ministro de Finanzas, Luis Caputo, y que derivaron en un final tumultuoso.
Esperada con ansiedad desde hace dos semanas por la oposición, la tensión que imperó durante toda la reunión estalló ante un hecho tan irrelevante como innecesario y que da lugar a la sospecha sobre la intencionalidad, tanto del kirchnerismo como del oficialismo, de buscar un final abrupto al encuentro.
El detonante fue un mensaje, escrito en un pedazo de papel, de Caputo a la diputada ultrakirchnerista Gabriela Cerruti (FPV-Capital). “Mis hijas tienen 11 y 13 años, no seas mala”, rezaba el texto, que concluía con una carita sonriente.
El mensaje provocó la reacción de Cerruti quien, secundada por su jefe de bancada, Agustín Rossi (FPV-Santa Fe), empezó a increpar a los gritos a Caputo y, ya de cara a las cámaras de TV, a denunciar que se sentía intimidada y amenazada por el escrito.
“El papelito me lo entregó el secretario del ministro. Me hace señas para que lo abra. No sé si es una amenaza, una cuestión machista, tilinga. Esto tiene que ver con cómo se manejó todo el tiempo, como si estuvieran jugando al rugby”, fue la explicación clasista que dio Cerruti una vez concluida la reunión.
Ante el creciente griterío, el presidente de la comisión bicameral, el senador Miguel Ángel Mayans (PJ-Formosa), intentó poner orden y amenazó con levantar la reunión. Pero, ante la segunda advertencia se escuchó a Caputo decir: “Levantala, nos vamos”, tras lo cual cerró la carpeta, se levantó y se retiró. La rauda salida provocó el estallido de toda la oposición, que empezó a recriminarle al ministro su decisión.
“¿Por qué permitió que se fuera?”, increpó Romina del Plá (FIT-Buenos Aires) a Mayans. “Porque la diputada Cerruti no paraba de gritar”, replicó el presidente de la comisión.
“¡Esto estaba todo preparado!”, gritó Del Plá, ofuscada por considerarse víctima de una conspiración.
El incidente del “papelito” fue el apurado remate de la estrategia del kirchnerismo ante la inminencia del final de la reunión. Tanto Mayans como Caputo coincidieron en señalar que estaba previsto que el encuentro concluyera a las 13.
El escándalo estalló cinco minutos antes de esa hora y provocó malestar en el interior del FPV, donde algunos diputados, como Rodolfo Tailhade, se habían preparado para poner en aprietos a Caputo por su participación en cuentas offshore.
Sin embargo, la estrategia voló por los aires a poco de comenzar la reunión, cuando Axel Kicillof sumó a sus preguntas sobre el endeudamiento una sobre las cuentas. Lo mismo hizo Rossi minutos después.
El único momento de distensión lo produjo un corte de luz que afectó varias manzanas del barrio de Congreso y que dejó a la comisión en penumbras y a Nicolás del Caño sin micrófono e interrogando al ministro a viva voz, en un remedo de las asambleas en las que tan acostumbrado a participar está el diputado trotskista.