Con el Mundial a la vista, recrudecen los incidentes en las canchas argentinas
La suspensión en Colón es un eslabón más entre los incidentes que sufrieron Boca, Defensa, Estudiantes, Los Andes, Platense y Quilmes
a medida que se acerca el Mundial crece la efervescencia en las tribunas. ayer pasó en colón: la barra generó incidentes que llevaron a suspender el partido ante Vélez, a los 22 minutos de juego. Pero ningún club está exento. ¿Por qué? aquellos que se creen los dueños del paraavalancha se hacen ver, como si esa notoriedad les garantizara un ticket a Moscú para ver a lionel Messi y compañía.
Hace unos días fue en la cancha de los andes, donde dos facciones de la hinchada se enfrentaron a puñetazo limpio. luego, los futbolistas de Platense, que pelean por el ascenso a la B nacional, vivieron los aprietes en carne propia. El mismísimo Boca, tras perder contra River la Supercopa, escuchó reclamos de quienes manejan sus tribunas. Hubo redadas en Defensa y Justicia y en Estudiantes. Miguel caneo, referente de Quilmes, denunció vía Twitter amenazas recibidas. Y la barra de colón, descontenta por alguna promesa incumplida, pegó donde más le duele al club: tiró tres bombas de estruendo, desoyó las advertencias del árbitro andrés Merlos y provocó la suspensión.
la seguidilla no es casual. Quienes monitorean lo que ocurre en las canchas argentinas todos los fines de semana entienden que los grupos de barras “están presionando más”. la explicación parece estar a miles de kilómetros de Buenos aires: en Moscú. En el caso de colón, al menos, hubo un encuentro con referentes del plantel el miércoles pasado, en el predio donde se entrena el plantel, a la vera de la autopista Santa FeRosario. Si bien las fuentes hablan de “buenos términos”, los violentos no consiguieron lo que querían (dinero). Y eso agravó una situación que ya venía tensa, porque el presidente, José Vignatti, nunca se relacionó con ellos. Y porque, además, tampoco los habrían ayudado para ir a un país que queda mucho más cerca que Rusia: Venezuela. allí colón jugó con Zamora por la copa Sudamericana.
la policía santafesina hizo los controles previos al partido con Vélez y no encontró pirotecnia. Pero la hinchada tiró tres bombas y logró lo que quería: la suspensión (y ser el centro de los comentarios).
En la provincia de Buenos aires, la agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (aprevide) hace horas extras. Es la jurisdicción que, por lejos, tiene la mayor cantidad de partidos por fin de semana. los de los andes, Platense, Defensa y Justicia y Quilmes (donde jugaba Estudiantes) son cuatro de los estadios en los que se debió intervenir para evitar incidentes. En todos esos operativos hubo detenidos, que por lo general salen un puñado de horas más tarde. Y nunca pierden su estatus en la tribuna. Boca y Quilmes también sufrieron los reclamos de sus barras. Y los que pusieron las caras fueron los futbolistas. Pero, pese a la importancia del club y a que todo lo que ocurre en la Bombonera es noticia, se sigue sin saber quién permitió la entrada de los hinchas para que les plantearan sus reclamos a los futbolistas.
“Yo me puedo aguantar muchas situaciones de las cuales prefiero no hablar, lo que no voy a permitir q los llamados barras vengan a apurarme o faltarme el respeto a mi lugar de trabajo. Hace más de 8 años q defiendo esta camiseta como para q me vengan a decir lo que es Quilmes. ¡Respeto!”, se descargó caneo en Twitter. El referente del plantel cervecero se quejó luego de una nueva incursión de la barra brava en una campaña que tiene al club muy preocupado por el promedio.
cada club tiene sus propios focos de conflicto, pero en todos el denominador común es Rusia 2018. Todo hace pensar que las barras ya juegan su partido y lo harán hasta que llegue el Mundial. ni más ni menos que lo que sucede cada cuatro años.