LA NACION

El Banco Central advirtió que subirá las tasas si la inflación no baja a partir de mayo

Martes 17 de abril de 2018 Sturzenegg­er dijo que confía en que el respiro llegará el mes próximo, ya sin alzas de tarifas; pero se mostró “preparado” para endurecer su política si no se cumple el pronóstico

- Javier Blanco

Tras conocerse los datos de inflación de marzo, la semana pasada, el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegg­er, dijo ayer estar confiado en que las subas de precios se moderarán a partir de mayo, debido a que no se prevén aumentos elevados de tarifas.

Sin embargo, advirtió que está preparado para aumentar las tasas de interés de referencia (hoy en el 27,25% anual) si no se cumple aquel pronóstico, con el objetivo de llegar a la meta del 15% anual de inflación.

Al presentar el informe trimestral de política monetaria, Sturzenegg­er admitió que la elevada inflación de marzo “sin duda alguna” no era la que esperaba. Subió 2,3% y acumuló 6,7% en el primer trimestre.

Sin embargo, señaló que la decisión de haber concentrad­o el grueso de los ajustes tarifarios en los meses siguientes a las últimas elecciones le “allana el camino” a la entidad y lo lleva a “ser optimista de acá en adelante” sobre la posibilida­d de reencauzar un proceso de desinflaci­ón sostenido desde el mes próximo. Del mismo modo, ratificó que la entidad volverá a intervenir en el mercado cambiario si considera necesario limitar el alza de la cotización del dólar, por su comprobado traslado a los precios.

Los analistas privados coincidier­on en que desde mayo se desacelera­rá el alza de precios.

El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegg­er, insistió ayer en caracteriz­ar al proceso de aceleració­n inflaciona­ria que enfrenta la economía como un fenómeno “temporal” que comenzará a ser superado desde mayo, pero advirtió que si esta previsión no se comprueba en las próximas semanas, la entidad procederá a “aumentar la tasa de interés” de referencia para tratar de alcanzar la meta oficial del 15%, prevista para todo 2018.

El funcionari­o dijo que las semanas que siguen serán importante­s para que el BCRA verifique si esas previsione­s tienen sustento en la realidad o no, pero se mostró confiado en ellas a partir de las acciones que tomó en los últimos meses, al dejar desde fin de enero en pausa la baja de tasas encarada tras la flexibiliz­ación de metas de fin de 2017 y no dudar en intervenir sobre el mercado de cambios para anclar la cotización del dólar, tras comprobar que el sostenido aumento que tuvo la paridad entre diciembre y febrero (cuando trepó algo más del 16%) había vuelto a ser uno de los motores de la inflación, junto a los aumentos de tarifas y el impacto de la sequía sobre los precios de algunos insumos.

Por la confianza que mantiene en su visión de una fuerte desacelera­ción desde mayo, Sturzenegg­er calificó como “adecuado” al actual nivel de tasas de interés (de 27,25% nominal anual), aunque insistió en que puede entrar en revisión si las circunstan­cias lo imponen y evalúa que se hace necesario “una tasa más alta”, que daría lugar a un sendero de tasa de política monetaria “más contractiv­o que el que se espera, según el Relevamien­to de Expectativ­as de Mercados (REM)”, anticipó.

El jefe del BCRA reconoció que los malos números de inflación de marzo no fueron “los que estábamos esperando, sin duda alguna”. Pero insistió en que la decisión del Gobierno de haber concentrad­o el grueso de los ajustes tarifarios que tenía previstos en los meses siguientes a las últimas elecciones le “allana el camino” a la entidad y lo hace “ser optimista de acá en adelante” sobre la posibilida­d de reencauzar un proceso de desinflaci­ón sostenido desde el mes próximo.

“La política monetaria tiene rezagos, y si bien el aumento en los precios regulados de diciembre nos tomó por sorpresa por su magnitud y no nos dio tiempo a reaccionar, los que vinieron después ya estaban dentro de nuestras previsione­s”, explicó, aunque para evitar lecturas suspicaces, se preocupó por aclarar que la mención a diciembre no era una crítica. Incluso admitió que la mayor sorpresa se la llevó por la suba de las naftas, aunque enseguida aclaró que buena parte de ella había derivado del aumento que tuvieron los precios del petróleo en el mercado internacio­nal, algo que el propio BCRA no esperaba.

La misma actitud cautelosa mantuvo al ser consultado si, a la vista de los resultados, considerab­a un error la flexibiliz­ación de la meta inflaciona­ria dispuesta a fin de 2017. Evitó una respuesta concreta y prefirió valorar que aquel 28 de diciembre quedó reforzado el compromiso para que el BCRA reduzca progresiva­mente en dos años la asistencia al Tesoro (que este año supondrá $140.000 millones o 1,1% del PBI) hasta llegar a 0,3% del PBI en 2020. “Entonces podremos decir que eliminamos el impuesto inflaciona­rio, que llegó a promediar 5% del PBI en los últimos tres años del gobierno anterior”, valoró.

Sturzenegg­er además volvió a defender la venta de reservas para contener el avance del dólar y advirtió que, en caso de ser necesario seguir intervinie­ndo en el mercado cambiario, el BCRA “lo hará, sin ninguna duda”, lo que confirma que seguirán apelandoal­anclacambi­ariaalmeno­s hasta tener indicios de que el rebrote inflaciona­rio pierde intensidad.

La previsión optimista que el BCRA maneja en relación a una baja de la inflación desde mayo se apoya, como ya explicara en sus últimos comunicado­s de política monetaria, en cuatro factores. La expectativ­a respecto a que la inflación de precios regulados, que fue del 3,1% promedio mensual en el primer trimestre, se reduzca al 1,5% promedio entre mayo y diciembre (fue de 2,4% promedio en igual período de 2017), dado que el proceso de ajuste en las tarifas entró en la etapa residual y ya fue realizado en buena medida; su apreciació­n positiva sobre el curso de las negociacio­nes paritarias, que se muestran bastante alineadas con la meta oficial del 15%; un tipo de cambio que avanzaría a un ritmo mucho menor al registrado al comienzo del año, y una política monetaria con espacio para hacerse más contractiv­a, en caso de ser necesario.

A eso Sturzenegg­er sumó ayer como nuevo aliciente que las expectativ­as no se hayan deteriorad­o para la segunda parte del año, pese al fuerte repunte que tuvo la inflación en estos meses. “A fin de año, según el REM se espera una inflación promedio de 1,27% mensual para el período mayo/diciembre, y con los últimos datos se espera una del 1,25% mensual”, lo que supone que, a su juicio, el BCRA no debería remontar un “gapp de credibilid­ad” tan grande como en años anteriores.

En la consultora ACM vieron a Sturzenegg­er “tratando de tomar nuevamente las riendas de la política monetaria, luego de que se haya puesto en duda la independen­cia del BCRA para administra­r sus herramient­as”, según evaluaron en un informe. Pero valoraron que haya cambiado para abordar de forma “multicausa­l” el problema inflaciona­rio, al sumar a la tasa de interés otras herramient­as.

 ?? Bcra ?? Sturzenegg­er, ayer, junto al vicepresid­ente, Lucas Llach, y el gerente general, Mariano Flores Vidal
Bcra Sturzenegg­er, ayer, junto al vicepresid­ente, Lucas Llach, y el gerente general, Mariano Flores Vidal

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina