Stirling se siente en casa
El polista uruguayo, campeón de la Copa República, disfruta y gana en la Argentina
Cada primer sábado de diciembre decenas de banderas uruguayas pueblan una tribuna Dorr ego lateral para alentar a David Stirling en una final del Abierto de Palermo. Pelón, fanático del Club Nacional de Fútbol, es un icono deportivo de la uruguayidad. Tanto, que el prefijo de su cría de caballos es “Oriental ”. Así y todo, ayer jugó con una bandera argentina en una manga de la camiseta de La Dolfina Brava. Y conquistó, por primera vez, la Copa República Argentina.
A esta altura, un triunfo más que lógico en la formidable trayectoria de Pelón, que hoy, a sus 37 años, lo encuentra instalado en Cañuelas, viviendo feliz con su familia multinacional (esposa y primogénito chilenos, dos hijos albicelestes) y con profundo cariño por la Argentina. Una trayectoria que tuvo un quiebre en el momento en que David se decidió a dejar la carrera de administración de empresas en Inglaterra, a un año y medio de terminarla, para hacer un máster en polo, un postgrado deportivo-profesional. “Desde el primer día supe que uno tenía que venir acá para mejorar y soñar con jugar alguna vez un torneo grande. Y surgieron todos los triunfos impensados por entonces”, comentó Stirling, dueño de 16 trofeos de Triple Corona, tras el vibrante y controvertido 14-13 de La Dolfina Brava a Chapaleufú.
La final, que su equipo empezó perdiendo por 9-0 por haber cedido goles de ventaja a su adversario –una característica de este Campeonato Nacional– resultó espectacular. Ya en el tercero de los seis chukkers La Dolfina había remontado toda la diferencia: 11-11. Y desde entonces el partido fue parejo.
Y discutido. En el quinto, buena parte del público –Chapaleufú, un histórico, contó con muchos hinchas– exclamó, sin insultos, por una supuesta infracción contra el conjunto pampeano no cobrada, y los jueces sancionaron un penal técnico por el solo grito de la tribuna. El exceso de rigor de los referís permitió que La Dolfina Brava se escapara en el tanteador, pero Stirling desaprovechó algún penal de 30 yardas (arco descubierto) y Chapaleufú, que no se rindió, apretó hasta el cierre. No le alcanzó.
“Es una copa que tiene mucha historia y que han ganado casi todos los jugadores buenos. Está bueno que el nombre de uno esté anotado ahí”, se complació Pelón, que está en Buenos Aires en abril porque este año terminó temprano en el exterior. “Es un placer venir a casa a pasar un mes. Las raíces y la casa original están del otro lado del río, pero acá estoy en casa. Vivimos en Cañuelas, mi señora y yo la pasamos muy bien con los chicos ahí y disfrutamos en cantidad. Estamos muy instados, por suerte, acá. Esperemos seguir”, añadió quien, de todos modos, no negocia la camiseta: “La sangre no se vende. Muero por Uruguay. Uno pelea por sus colores. Da lo mismo el que esté enfrente. Pero le tengo mucho cariño a Argentina y siempre han tratado de primera tanto a mí como a mi familia. Estoy muy agradecido”.
La Copa Diario la nacion
Más temprano, Tequel Malal (24) venció en la cancha 2 a San Francisco de Asís (22) por 11 a 10 y obtuvo la copa Diario la nacion, subsidiaria de la República Argentina.