LA NACION

Los cambios de Gallardo, una clave del impulso ganador

Los ingresos de Borré y Quintero definieron el partido ante Rosario Central, en una situación que se viene repitiendo; el mayor recambio le dio más vuelo al plantel, con variantes decisivas

- Juan Patricio Balbi Vignolo

Uno de los grandes problemas del último semestre de River fue la falta de recambio. Pese a sumar siete jugadores en el mercado de pases de invierno del año pasado, las ventas, lesiones y suspension­es oscurecier­on el panorama para Marcelo Gallardo, quien debió sobrelleva­r la triple competenci­a con 24 de 29 jugadores disponible­s y sin demasiadas garantías desde el banco. Hoy, la situación es diferente: solo uno de sus 28 futbolista­s aún no jugó en el año (Larrondo) y las variantes se jerarquiza­ron. Tanto es así que el técnico logra que sus cambios sean ganadores y decisivos.

Haber desembolsa­do alrededor de 43 millones de dólares por nueve jugadores en el último año le dio la oportunida­d a Gallardo de contar con una mayor cantidad de nombres a la hora de rotar. Pero las llegadas en enero de Pratto, Armani, Quintero (a préstamo por un año) y Zuculini lograron lo que no se había podido meses atrás con las incorporac­iones de Enzo Pérez, Pinola, Scocco, Borré, De La Cruz y Saracchi, más Lux (libre): jerarquiza­r un plantel que sufría el recambio.

Claro, hubo varios factores vitales que influyeron: los regresos de Mayada y Martínez Quarta tras los doping, la rápida e inesperada recuperaci­ón de Mora y la vuelta de Lollo también sumaron a la causa. Además, este verano solo se fueron a préstamo: Augusto Batalla (Atlético Tucumán), Alexander Barboza (Defensa y Justicia), Tomás Andrade (Atlético Mineiro) y Zacarías Morán Correa (San Martín).

Hoy, River tiene dos o más jugadores por puesto y las respuestas aparecen. Anteayer, frente a Rosario Central, el Muñeco eligió reemplazar a Scocco por Borré a los 18 minutos del segundo tiempo y su presencia fue decisiva, con el gol del 1-0 y la asistencia del 2-0 a Pratto. Pero, además, el ingreso de Quintero a los 27 también fue vital: a través de un pase suyo se iniciaron las dos combinacio­nes de los delanteros que derivaron en los tantos.

“Tenemos jugadores que entran desde el banco y nos aportan soluciones, caso Quintero y Borré hoy (por anteanoche), Palacios la otra vez con Racing, como también Scocco. Los jugadores que no salen de arranque pero que están bien y me demuestran que son importante­s, eso para mí es un desahogo”, afirmó Gallardo.

“Cuando hablamos de la competenci­a interna y del grupo, no hay un once de memoria porque no solo juegan once. Yo les digo siempre a mis jugadores que los voy a necesitar a todos y que se preparen y estén bien para cuando les toca. A alguno le va a tocar con más demora que a otro, pero los necesito bien. Y eso hace a la causa: que respondan cuando los necesite y me den alternativ­as. Como tenemos muchos partidos, siempre hay chances”, agregó el DT.

Tal como mencionó, el 2-0 ante el Canalla no es el primer encuentro en el que sus cambios definen un partido. El 28 de febrero, en el debut por la Copa Libertador­es con Flamengo en Brasil, la primera modificaci­ón se produjo a los 22 minutos de la segunda mitad y le sirvió para rescatar un empate más que valioso: Mayada ingresó por Zuculini, se ubicó como volante interno y terminó anotando sobre la hora con un fuerte zapatazo.

En Mendoza, el 14 de marzo por la Supercopa ante Boca, el ingreso de Scocco fue decisivo. Entró a los 22 minutos de la segunda parte en reemplazo de Pratto y las dos primeras pelotas que tocó derivaron en su gol: despejó de cabeza un córner en el área propia y definió el contraataq­ue que armaron entre Nacho Fernández y Pity Martínez. Fue el 2-0 para la victoria que le dio el octavo título a Gallardo como entrenador del club.

Cuatro días más tarde, frente a Belgrano por la fecha 20 de la Superliga, el empate 1-1 parecía inamovible hasta que volvió a ingresar Scocco para cambiar la historia. A los 32 minutos, 12 después de haber reemplazad­o a Mora, convirtió el 2-1 y terminó liquidando el pleito a tres del final con otro tanto para el 3-1.

Una fecha atrás, en Avellaneda, River no la pasaba bien ante Racing hasta que los ingresos de Exequiel Palacios (a los 15 del segundo tiempo por Quintero) y Borré (a los 26 por Pratto) le dieron un giro rotundo al juego: Palacios asistió al delantero colombiano para el 1-0 a los 31 y luego terminó anotando el 2-0 en tiempo de descuento.

Al día de hoy, tres casos tienen pendiente al técnico millonario, tras el regreso de Ariel Rojas. Pese a que solo Larrondo todavía no jugó en el año y recién el domingo pasado participó en reserva (ya tiene el alta médica), las recuperaci­ones de Jorge Moreira y Nicolás De La Cruz se alargaron más de lo previsto. River sabe que puede apostar por cartas ganadoras desde el banco de suplentes.

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Fernando massobrio Gallardo, con el banco de suplentes de fondo; “a mis jugadores les digo que los necesito a todos”, asegura

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