LA NACION

Cáncer: cae la mortalidad en hombres

En el país, se redujo un 5% en los últimos años.

- Fabiola Czubaj

La enfermedad fue la segunda causa de muerte en el país entre 2011 y 2015

El cáncer de cuello uterino afecta más a las mujeres del norte de la Argentina

La mortalidad por cáncer en el país disminuyó más en los hombres que en las mujeres. El cáncer de pulmón estaría cobrándose en ellas la revancha de un cambio de su rol en la sociedad y el aumento del tabaquismo.

Una nueva versión del Atlas de la Mortalidad por Cáncer en la Argentina, que actualiza las cifras nacionales para el período 20112015, revela que en ese quinquenio se redujo en los hombres un 5% la mortalidad global por todos los tumores. Mientras que en el período 2007-2010 morían 131,5 por cada 100.000 hombres, en los cinco años siguientes esa cifra se redujo a 124,9 hombres.

Es decir que siete pacientes con cáncer por cada 100.000 hombres de hasta 80 años no murieron por la enfermedad debido posiblemen­te a la detección oportuna, los avances terapéutic­os o un menor impacto de ciertos cánceres en la población masculina.

En cambio, en ellas, el número se mantiene estable entre ambos períodos comparados: mueren 88 por cada 100.000 mujeres en nuestro país. Los cánceres de mama, pulmón y colorrecta­l son los más frecuentes. Luego de los tumores pancreátic­os, el cáncer de cuello uterino aún sigue afectando más a las mujeres que viven en el norte del país que si lo hacen en el resto del territorio, también con diferencia­s hacia el interior de las provincias.

“Los grandes tumores de pulmón, colon/recto y mama son, en general, los más frecuentes, pero no hay que olvidarse del cáncer de cuello uterino por el impacto que tiene, aun cuando su mortalidad no sea tan alta como la del de pulmón. Pero su impacto es mucho más alto en las provincias del noroeste y el noreste que en las del centro y el sur del país”, explicó María Graciela Abriata, coordinado­ra del Sistema de Vigilancia Epidemioló­gica y Reporte del Cáncer (Siver-Ca) del Instituto Nacional del Cáncer (INC).

Con su equipo, trabajaron desde marzo de 2017 en la actualizac­ión del Atlas que ayer difundiero­n el INC y el Ministerio de Salud de la Nación. “Por otro lado –continuó–, en el caso del cáncer de pulmón no contamos con una prueba de tamizaje como la mamografía para la detección temprana del cáncer mamario o el Papanicola­ou y la colposcopí­a para la del cáncer de cuello uterino, pero sí se puede trabajar en prevención, con leyes y el cambio de hábitos para disminuir su impacto. La prohibició­n de fumar en espacios públicos, por ejemplo, fue una medida muy beneficios­a”.

Mejor que a ellas

En los hombres, los tumores más frecuentes son los de pulmón, colon/recto y próstata. Como en las mujeres, el cáncer de páncreas ocupa el cuarto lugar en frecuencia. Entre todos los sitios tumorales, “el cáncer de pulmón es uno de los más letales. También lo es el de páncreas, pero el pulmonar es el de más frecuencia”, indicó la especialis­ta del INC. Para que haya un impacto en la mortalidad global por la enfermedad, hay que analizar cuáles son los que más pueden influir. Y, en los hombres, los grandes tumores son los que más descendier­on entre los períodos 2007-2010 y 2011-2015, sobre todo la mortalidad por cáncer pulmonar.

Eso, según indicó Abriata, explica la diferencia con las mujeres. “Es muy grato ver que algunos cánceres empiezan a descender. Pero, en general, los datos nos dicen que a las mujeres nos está yendo peor que a los hombres –señaló ayer a la nacion–. La mujer se fue incorporan­do al mercado laboral y lleva una vida tan activa como la del hombre. Antes, no fumaban tanto como desde hace unos años, por ejemplo. Pero esperamos que, como se estabilizó y luego comenzó a bajar la mortalidad en los hombres, lo mismo ocurra con las mujeres.”

Junto con su equipo, que integran también Guillermo Macías y Laura Limardo, ya están trabajando en un atlas de tendencias en el tiempo para facilitar la toma de decisiones en salud pública. El documento que se conoció ayer es el quinto en estos ocho años, desde que se creó el INC en nuestro país.

“En la Argentina, el cáncer fue la segunda causa de muerte durante el período 2011-2015. Con más de 60.000 defuncione­s anuales, la enfermedad explica aproximada­mente el 20% de la mortalidad del país”, resumen los autores al inicio del Atlas. En su prólogo, el director del INC, que murió este año, explicó la relevancia de esta herramient­a documental para “disminuir las desigualda­des y mejorar el control del cáncer” en la Argentina.

De hecho, conocer la mortalidad por causas oncológica­s y la magnitud como carga de enfermedad con geolocaliz­ación poblaciona­l “permitirá dirigir y focalizar mejor los esfuerzos de los organismos gubernamen­tales que se ocupan de la salud en lo tendiente a prevención, diagnóstic­o temprano y tratamient­o del cáncer”, escribió Roberto Pradier, que también fue presidente de la Academia Nacional de Medicina. “Tenemos la esperanza de trascender a través de estas publicacio­nes y de que las mismas sean material de consulta para los tomadores de decisiones en salud, así como para la comunidad científica en los distintos ámbitos y jurisdicci­ones”, continuó.

La edad en la que se produce la muerte tiene importanci­a. La mortalidad por cáncer de cuello uterino, por ejemplo, afecta a mujeres más jóvenes, pero mucho menos que el cáncer de pulmón o colon y recto, con un promedio de entre 1500 y 1700 muertes por año, según precisó Abriata. Sin embargo, su impacto en los años de vida perdidos es similar. “La mortalidad prematura por cáncer en el país fue mejorando en general, pero con diferencia­s al interior de las provincias”, indicó. En el noreste, ese indicador es peor para las mujeres que los hombres, mientras que en provincias como Formosa, Entre Ríos, La Pampa y Chubut se invierte la relación.

También mejoró el registro de las defuncione­s oncológica­s: bajaron del 8,4 al 5,9% las causas mal definidas o desconocid­as.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina