LA NACION

Acróstico: las distintas facetas de un intérprete multifacét­ico

- Alejandro Cruz

★★★★ muy buena. idea y dirección general: Diego Rosental. intérprete­s: Jimena Pérez Salerno y Diego Rosental. dirección de arte: Eugenia Foguel. asistencia general: Sofía Etcheverrr­y. luces: Sebastián Francia. música: Daniel Bugallo. dramaturgi­sta: Aldana Cal. diseño gráfico: Leandro Ibarra. asistencia de dirección y colaboraci­ón creativa: Andrés Molina y Roberta Blazquez Caló. sala: Centro Cultural Rojas. funciones: viernes, a las 22:30.

Diego Rosental es rosarino. Vive en Buenos Aires desde 2000. Formalment­e, es actor, bailarín y músico. Es de esos intérprete­s de un variado y potente nivel expresivo. Ahora, con el estreno de Acróstico en el Centro Cultural Rojas, habrá que agregar que también es director. Formado en los talleres de Ana Frenkel y Guilermo Angelelli, en tantos otros, en estos años ha trabajado en obras de Ciro Zorzoli, Celia Argüello Rena, Mayra Bonard, Ana Frenkel y siguen los nombres. En estos momentos, interviene en otras dos obras: Instrument­o para estrellar, de Diana Szeinblum, y Categoría mosquito, de Andrés Molina,

En Acróstico, su ópera prima, quien repasa su vida, sin necesidad de repasar su trayectori­a artística, es él mismo. Mientras el público se va acomodando en la platea Diego muestra su boletín, una foto de infancia y hace circular un miniproyec­tor de diapositiv­a (algo que ningún millennian entendería) en la que aparece junto a su padre en medio una platea de una carpa de circo vacía. Cuando la luz de sala se apaga y la convención indica que comienza la obra, lee una carta de su abuela que guarda en su mesa de luz desde hace mucho. La abuela dice: “Despiertas en todos un especial atractivo por tus pintoresco­s cabellos rojizos y esas grandes pequitas que un día te ayudé a descubrir”. Diego tiene cabellos rojizos y pecas.

En esta serie de secuencias mira al público, busca la complicida­d e indaga el tono confesiona­l mientras cuenta de su madre, de su hermano, de su fiesta de Bat Mitzvá grabada en VHS, de su novia de sexto grado, de la separación de sus padres o de un almuerzo en el cual su madre dice basta, ya no. Y seguirá jugando con las palabras “para hacer que el tiempo pase como si pesara menos”, como expresa en el programa de mano, hasta que se llama a silencio como si las palabras ya no bastaran. Y hará, entonces, lo que él también sabe y lo define como creador: bailar, desplegars­e en el espacio, expandirse. Esta vez no estará solo sino junto a Jimena Pérez Salerno, otra bailarina de intensidad­es y talentos expansivos admirables. Y cuando el cuerpo ahora dice basta, o cuando él decide decir basta, tocará una batería virtual, de algún modo hay que llamarla, para desplegar un solo desbocado, caótico y catártico. Si la escena incluye una (mini) foto, en la escena final construye otra de que es un hallazgo visual y dramatúrgi­co.

La variedad de capas zurcidas por Rosental convierten a Acróstico en un potente hecho escénico de tono biodramáti­co que evita lo cronológic­o ni se ve obligado a cerrar historias. Apuesta a la ruptura, al tránsito de su universo expresivo. Por momentos, genera la pulsión de romper con toda convención teatral y pegarle un abrazo. En otras, él se convierte en una topadora a observar a distancia.

Segurament­e, se podrían ajustar algunos detalles de la puesta. Algunos, tal vez, el equipamien­to de la sala ni lo permita. Sea como sea, el creador despliega una valiente propuesta en la que poetiza y exorciza su hoja de ruta para crear su propio artificio.

 ?? AlejAndrA del CAstello dito ?? Rosental, del rikudim a la batería
AlejAndrA del CAstello dito Rosental, del rikudim a la batería

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina