La actualidad como eje y la risa como objetivo final
Re tarde puede ser etiquetado como un programa de actualidad, porque esa es la materia prima de la que se nutre. Pero el formato tiende a ofrecerle más que nada un momento divertido al oyente. El conductor, José María Listorti, y sus tres columnistas, Majo Martino, Diego Arvilly y Martín Vázquez, se involucran desde el comienzo de cada emisión en una serie de charlas informales en las que cuentan lo que les pasó en el día, lo que acostumbran a hacer en situaciones comunes de la vida cotidiana, en las que reflexionan sobre diferentes hechos banales y polemizan acerca de cuestiones de las que para nada depende el destino de la humanidad. Pero, por sobre todo, buscan en cada detalle la punta del ovillo para ir desanudando al tirar una serie de chistes que haga reír in crescendo al público. En este aspecto, la batuta está en manos de Vázquez, que no pierde oportunidad de meter bocadillos para conseguir carcajadas. Además, en primer lugar, Listorti apoya en todo momento este trabajo con sus aportes cómicos característicos, que ya forman parte inseparable de su personalidad. Martino también hace lo suyo, sobre todo cuando el tema ronda el terreno de la farándula, que conoce bien y que en general se presta para el comentario irónico. Del lado de Arvilly, su participación contribuye con una pátina de humor desde la perspectiva futbolera que enriquece la gracia del conjunto.
Gran parte del programa transcurre con esta dinámica improvisada, pero también hay todo un trabajo de producción que completa la oferta. En el caso de Vázquez, los personajes que inventa para protagonizar supuestas llamadas telefónicas al programa, que suben la apuesta de lograr la risa de la audiencia y seguramente lo consiguen. También la comicidad de este columnista aparece muy bien desarrollada cuando habla de supuestas curiosidades a las que agrega detalles absurdos y graciosos.
En el caso de Martino, la información que brinda de lo que pasa en el ambiente del espectáculo en el exterior es interesante. La cuota local, sin embargo, abona, como comentamos antes, el terreno del humor, pero deja con las ganas de escuchar información del tema aspectos ajenos a la farándula. Finalmente, la información y los análisis de los acontecimientos deportivos que hace y desarrolla Arvilly, con la intervención y las opiniones de sus compañeros, resultan correctos y expuestos con una dinámica muy atractiva.