Aranguren dio una señal de tregua y sorprendió en una cumbre de la UCR
Apareció en un foro de la Fundación Alem donde se discutían las políticas energéticas y tarifarias
Se hizo un hueco en su apretadísima agenda y, aunque no había recibido una invitación personalizada, decidió asistir al convite. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, irrumpió en un encuentro de la Fundación Alem, la usina de la UCR donde se cocinaron los reclamos al Gobierno por el incremento de las tarifas.
El ministro sorprendió a todos. Llegó y se sentó en la última fila. Bajo perfil. Pero la titular de la fundación, Lilia Puig de Stubrin, lo invitó a ubicarse en la primera línea de asistentes y el diputado radical Facundo Suárez Lastra le cedió su silla. Así, el ministro pudo ver de cerca a los disertantes en el panel que había organizado la institución, titulado “Energía: actualidad y perspectivas”, un tema candente que generó tensiones entre los socios de Cambiemos en los últimos días.
La Fundación Alem es definida por los propios radicales como el think tank del partido y un espacio donde la UCR fija posiciones sobre las políticas públicas del Gobierno. Fue uno de los organismos que realizaron los análisis técnicos que resultaron un insumo para las críticas por las tarifas.
Aranguren escuchó con atención a tres oradores. Alieto Guadagni, miembro de la Academia Nacional de Educación, hizo foco en el impacto climático de las políticas en materia de energía, mientras que Fernando Navajas, economista de FIEL, se refirió a la estrategia energética en la Argentina y el atraso tarifario.
También disertó G erar do Rabino vi ch, directivo del Instituto Argentino de Energía General Mosco ni, otra histórica organización radical especializada en los temas de energía.
Es, quizás, una de las personas que más incomodaron a Aranguren en las últimas semanas: fue coautor de un lapidario informe que días atrás cuestionó duramente el plan del Ministerio de Energía para privatizar Transener, la empresa que posee la principal red de transporte de energía eléctrica de alta tensión del país.
El moderador fue el radical Alejandro Einstoss, el hombre que pergeñó un documento bautizado “Análisis de las nuevas tarifas de gas natural: una propuesta de modificación de la política tarifaria”, y que fue la base del reclamo de la UCR para que el Gobierno suavizara el impacto de los incrementos en los servicios públicos.
Entre los asistentes había un grupo de exfuncionarios de Energía. Estuvo Jorge Lapeña, secretario de Energía de Raúl Alfonsín, nombrado por Cambiemos presidente de Citelec y quien se fue del Gobierno enemistado con el ministro por el caso Transener.
Aranguren los escuchó a todos sin intervenir, hasta que comenzó la etapa de preguntas del público y se retiró. “Fue leído por todos como una muy buena señal del ministro. Nos sorprendió a todos. Logró desmitificar que no se quiere escuchar al radicalismo y confirmó que la UCR quiere defender responsablemente la recuperación de las tarifas, en total sintonía con el Gobierno”, evaluó Suárez Lastra en diálogo con la nacion.
Suárez Lastra se cruzó ayer en dos oportunidades con Aranguren: durante la mañana, un grupo de diputados (muchos de ellos integrantes de la Comisión de Energía) asistieron a una reunión en el ministerio para entender el impacto económico que tendría la reducción de las tarifas.
Los diputados buscaban conocer qué costo fiscal tendría retrotraer las tarifas como plantea el kirchnerismo, que ayer lograron sesionar, pero no aprobar esta iniciativa. En el Gobierno calculan el impacto en unos 60.000 millones de pesos.
El radicalismo, en tanto, planteó la inconveniencia política de colocarle intereses al pago en cuotas de las tarifas. Algunos diputados llevaron sus propias boletas para demostrar la carga de impuestos extra que tienen los servicios en sus provincias. “Se debatió qué esfuerzo debería hacer el consumidor, cuál la provincia y cuál la Nación”, señalo uno de los asistentes.