LA NACION

Los jueces apelan a las normas ISO para certificar su calidad

89 dependenci­as judiciales ya tienen su diploma; lo impulsa el Gobierno

- María Belén Álvarez Echazú

Nadie discute la extrema necesidad de auditorías en la Justicia, no solo para lograr más transparen­cia, sino también para mejorar el servicio de cara al ciudadano. Es por ello que desde el Programa de Calidad Institucio­nal del Ministerio de Justicia de la Nación impulsan a los organismos judiciales de todo el país a obtener la certificac­ión de normas ISO 9001/2015 y, luego de dos años de trabajo, un total de 89 obtuvieron la certificac­ión o se encuentran en proceso.

“Trabajamos para brindar un mejor servicio al ciudadano, para estandariz­ar los procesos, optimizar los tiempos y eliminar los pasos innecesari­os. Las normas ISO 9001 establecen estándares internacio­nales de calidad neutros y objetivos, que previenen las discrecion­alidades”, dijo a la nacion Sandra Dosch, coordinado­ra del Programa de Calidad Institucio­nal del Ministerio de Justicia.

Misiones, Mendoza, San Juan, San Luis, Córdoba, Corrientes, Tierra del Fuego, Salta, Santiago del Estero y Entre Ríos son algunas de las provincias que ya firmaron convenios con la cartera del ministro Germán Garavano y cuentan con organismos judiciales certificad­os y en vías de certificac­ión.

Tribunales federales

Los jueces de Comodoro Py no se quedaron atrás. El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccion­al Federal N° 4, a cargo de Ariel Lijo, obtuvo el certificad­o en marzo del año pasado. Luego le siguieron la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos; y el juzgado federal de Marcelo Martínez Di Giorgi, que lo obtuvieron en marzo de este año. Por su parte, Sebastián Ramos, el titular del Juzgado N° 3, está en proceso para obtener la certificac­ión.

Incluso, en el último tiempo se firmaron convenios con el Consejo de la Magistratu­ra de la Nación, la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos de la Corte Suprema –conocida como la oficina de escuchas– y próximamen­te con la Procuració­n General de la Nación, que supo manejar Alejandra Gils Carbó y actualment­e está a cargo de Eduardo Casal.

La entrega del certificad­o de parte del Instituto Argentino de Normalizac­ión y Certificac­ión (IRAM) es la culminació­n de un entrenamie­nto previo en el que el organismo judicial debe trabajar a la par con equipo del Ministerio.

Los integrante­s del organismo selecciona­do deben registrar todo el trabajo, para luego evaluar los puntos débiles y establecer objetivos para superarse. Tras una auditoría interna a cargo del Ministerio de Justicia y otra externa a cargo del IRAM, llega el certificad­o.

“Los resultados son reales”, destacó Dosch. En ese sentido, los protagonis­tas señalaron como mejoras, entre otras cuestiones, el aumento del nivel de satisfacci­ón de los usuarios, el incremento de los ingresos digitaliza­dos y la reducción de los tiempos procesales.

“La idoneidad que tiene que tener una persona para trabajar en el Justicia no se limita a una idoneidad científico-técnica, sino que también incluye una idoneidad ética que tiene que iluminar todo el trabajo y hasta una idoneidad gerencial. Esta última le va permitir manejar indicadore­s de calidad para controlar los resultados y establecer metas”, dijo a la nacion María Claudia Gattinoni, directora ejecutiva de la maestría en Magistratu­ra y Derecho Judicial de la Universida­d Austral.

“En el nuevo paradigma del juez esta capacitaci­ón en gestión y control es absolutame­nte imprescind­ibles. Es importante que los jueces estén abiertos y que haya criterios comunes para poder hacer políticas públicas en función de esos datos”, concluyó.

Este jueves y viernes, tendrá lugar un encuentro coordinado por el Ministerio de Justicia con magistrado­s de todo el país donde se expondrán los resultados del programa y se motivarán a los presentes a participar del proceso.

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