La gira inolvidable de Jaguares
Con la victoria ante Chiefs en Rotorua cerró invicto la gira por Nueva Zelanda y Australia; las claves de un cambio general y la certeza de que lo mejor está por venir
Nunca dejaron de creer y, de pronto, todo cambió: de perder casi siempre pasaron a ganar todos los partidos, como les ocurrió en la gira por Oceanía. Jaguares transformaron su identidad con la llegada de Mario Ledesma como coach, crecieron en convicciones y son la revelación del Súper Rugby 2018, a tal punto que están en zona de clasificación para los playoffs. En su cuarto triunfo consecutivo de la gira por Oceanía, vencieron por 23-19 a los Chiefs neozelandeses. De esta manera, la franquicia argentina acumula seis victorias en 11 partidos y afronta el futuro con impulso ganador.
Cómo cambió Jaguares su imagen en el Súper Rugby a partir del convencimiento y las victorias
La metamorfosis que atravesó Jaguares en la gira por Oceanía se asemeja a la del adolescente que luego de finalizar sus estudios emprende un viaje iniciático y regresa a casa hecho un hombre. Partió con un sólido aprendizaje sobre sus espaldas pero el bolso cargado de dudas y regresa un mes más tarde con un máster en Súper Rugby grabado en la frente. En la remota Rotorua, Jaguares se graduó de equipo.
Luego de la victoria 23-19 ante Chiefs en la madrugada del viernes, el Súper Rugby mira con otros ojos a Jaguares. No es más la cenicienta del certamen, ese equipo duro y atrevido pero vulnerable psíquicamente, que fallaba en situaciones límite y se caía en las instancias finales. Que tenía “miedo a ganar ”, como decía de m ario Le desma. el furioso crecimiento de la franquicia argentina permite confiar en que lo mejor está porvenir. que para el próximo partido, dentro dedos semanas ante Bulls, Vélez vuelva a ser un hervidero como en aquellos dos partidos iniciales de 2016. Que el entusiasmo se prolongue a la hora de ponerse la camiseta de los Pumas de cara a la cercana serie internacional de junio. Que se mantenga en la pelea por entrar en los playoffs hasta el final, más allá del desenlace.
Jaguares vuelve de la gira por Australia y Nueva Zelanda con cuatro victorias en cuatro partidos. Antes de partir, algo impensado por los antecedentes de años anteriores y por la irregularidad del equipo en 2018. Una irregularidad que, no obstante, dejaba entrever signos positivos: sábado a sábado y pese a las derrotas (5 en los primeros 7 partidos), el equipo mostraba mejorías. Cuando hizo clic, nada lo detuvo.
El mayor mérito del nuevo staff, con Ledesma a la cabeza, es el de haber dotado al plantel del equilibrio mental que se necesita para jugar en el máximo nivel del rugby. A partir de allí, Jaguares no solo ha logrado hacer pie y tener un piso de rendimiento, algo que le costaba horrores en los dos años previos, sino que, más importante, fue asentándose progresivamente en los distintos aspectos del juego. Recuérdese cómo en los primeros partidos era vulnerable en defensa y frágil en las formaciones fijas, por ejemplo. Ante Chiefs, el tackle fue el pilar sobre el que se construyó la victoria y el line-out defensivo funcionó como un reloj.
En las dos experiencias previas, la gira que marca el meridiano de la temporada fue una bisagra para Jaguares: 4 derrotas en 4 partidos en 2016 en Nueva Zelanda y Japón y
3 de 3 en 2017 en Sudáfrica derrumbaron anímicamente a un equipo que había comenzado relativamente bien. Lo mismo cabe esperarse
2018, pero a la inversa.
Cabe preguntarse cuál es el techo de un equipo que semana a semana quiebra sus propias limitaciones, se deshace de antiguos complejos y da pasos agigantados en el juego. El Mundial de Japón es el gran objetivo de este grupo de jugadores, aunque todavía parece aventurado proyectarse hasta 2019. ¿Los playoffs? Una meta palpable, que puede traccionar como catalizador pero que no debe tomarse como fin en sí mismo. El gran desafío de Jaguares es crecer partido a partido hasta alcanzar su máximo potencial. Lo primero está en marcha. Para lo segundo, afortunadamente, falta mucho.
Ante chiefs,j aguares volvió a padecer ese miedo escénico, prueba de que tiene margen para crecer. A los 10 minutos del segundo tiempo, en ventaja
20-12 y con dos jugadores demás, tuvo todo para liquidar el pleito, pero dos veces las puertas del try se cerraron en las narices por errores propios. La buena noticia es que esos lapsus son cada vez más breves y, sobre todo, tiene la fortaleza mental para sobreponerse a ellos y reencauzar su juego simple pero sólido y efectivo. Tal es el mayor mérito de Ledesma.
Hasta los árbitros los miran con otros ojos. Condenados a ser dirigidos por referís de la nacionalidad del rival de turno cuando juega de visitante, Jaguares siempre padecía en los fallos 50 y 50. Mike Fraser, en cambio, no titubeó en amonestar a dos Chiefs consecutivamente, cobró un try-penal a favor al primer derrumbe de maul y anuló uno en contra por un dudoso knock-on, previa consulta con el TMO.
Fue el triunfo más significativo de Jaguares. Por el tenor de Chiefs, por ser el 4° partido de una gira extenuante, por ser la primera vez que alcanza cuatro éxitos consecutivos y hasta por el hecho de haber incluido en el segundo tiempo a dos jóvenes debutantes: el back Juan Cruz Mallía y el pilar Santiago Medrano, ambos de 21 años, integrantes del equipo de pumitas que fue tercero en el Mundial de
2016. Pero sobre todo, por toda la implicancia que tiene para el futuro.
Alcanza un dato para comprender la relevancia de la victoria de ayer. Chiefs, el equipo más regular de las últimas seis temporadas en el Súper Rugby, el único que accedió a los playoffs en cada una de ellas, no perdía como local ante un equipo extranjero desde 2014. ¿El verdugo? Waratahs, que luego sería campeón.