LA NACION

Con el repunte parcial del peso, la soja se negoció abajo de los $7000

La demanda ofreció ayer 6900 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario; en la Bolsa de Chicago, la oleaginosa cerró la semana con una merma del 1,7 por ciento

- Dante Rofi

Atado al devenir de las monedas, el precio de la soja se negoció en baja ayer en el mercado doméstico de granos, donde la oferta abierta de las fábricas para las terminales de la zona del Gran Rosario fue de

6900 pesos por tonelada, 100 pesos menos que el jueves. Dicho valor implicó una caída más relevante respecto de los $7200 que se llegaron a pagar en el último tramo de la rueda de anteayer.

El retroceso del valor de la oleaginosa respondió, fundamenta­lmente, al repunte parcial del peso frente al dólar, dado que la paridad entre ambas monedas pasó de 22,90 a

21,70, según el tipo de cambio comprador (cotización divisa) del Banco Nación. Ese indicador, sin embargo, quedó un 6,16 por ciento por encima del vigente el viernes anterior, de

20,44 pesos por dólar.

En buena medida, esa devaluació­n fue la responsabl­e de que en el balance semanal el valor nominal de la soja haya aumentado un 6,15%, al pasar de 6500 a 6900 pesos por tonelada.

Para Adrián Seltzer, de la corredora Granar SA, la mejora relativa del valor de la soja argentina también estuvo relacionad­a con que “el cambio de mes implicó un 0,5% menos de retencione­s para la oleaginosa” y sumó el hecho de que las lluvias están complicand­o el avance de la trilla y, por ende, la llegada de camiones a las aceiteras.

“Considero que esta combinació­n de factores con impacto directo sobre la soja, sumada a la devaluació­n del peso frente al dólar, que les posibilita a los compradore­s elevar sus ofertas en pesos, generaron las condicione­s necesarias para que en el mercado local se lograra superar el ‘efecto importacio­nes’, que tras las primeras compras en los Estados Unidos (10 y 11 de abril) provocó bajas inmediatas en los valores. Esta semana, pese a que el USDA relevó otra venta por 130.000 toneladas, la plaza local no acusó impacto alguno”, detalló Seltzer a la nacion.

Y agregó que, si bien la posibilida­d de importar soja pone un techo a los valores locales en el largo plazo, “como el arribo de la mercadería comprada en los Estados Unidos no se dará hasta noviembre, el corto y el mediano plazo de los precios domésticos seguirá influencia­do por factores locales como el clima y la paridad del peso con el dólar”.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones mayo y julio de la soja retrocedie­ron US$3,50 y 4,60, mientras que sus ajustes fueron de 323 y de 327,90 dólares por tonelada.

Las pizarras de la Bolsa de Chicago reflejaron ayer quitas de US$5,88 y de 6,07 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos ajustes resultaron de 377,45 y de 380,94 dólares por tonelada. En el balance semanal, estas posiciones resignaron un 1,70 y un 1,85% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 383,97 y de

388,11 dólares por tonelada. El principal fundamento bajista de la jornada fue el aparente resultado improducti­vo de las negociacio­nes entre los gobiernos de los Estados Unidos y de China para superar el actual conflicto comercial, que podría tener un fuerte impacto sobre el mercado de granos si Pekín decide avanzar con el arancel del

25% a las importacio­nes de soja estadounid­ense. Ayer, la ola de rumores se adueñó de Chicago luego de que la agencia de noticias china Xinhua publicó que tras la última reunión “los desacuerdo­s continúan siendo significat­ivamente grandes”.

También tuvo una influencia bajista ayer el clima, dado que desde el jueves se registran lluvias importante­s en la zona núcleo de producción de granos gruesos de los Estados Unidos. Estas precipitac­iones, que contribuye­n a mantener el buen es- tado general de los suelos del Medio Oeste, podrían acentuar el atraso de la siembra de maíz y derivar más tierra a la soja.

Por último, la debilidad del real frente al dólar, que mejora la competitiv­idad de las exportacio­nes brasileñas de poroto de soja, en detrimento de las ventas estadounid­enses, completó el cuadro bajista. Trigo muy firme

Independie­nte de las monedas y de las fluctuacio­nes externas, el trigo argentino mantuvo ayer la firmeza que lo viene caracteriz­ando en las últimas semanas. Por tonelada con entrega inmediata los exportador­es volvieron a pagar 240 y 235 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea. También para el Gran Rosario la propuesta fue de 240 dólares, pero allí implicó una mejora de 5 dólares.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los molinos pagaron entre 4800 y 5850 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedenci­a y forma de pago.

Por el trigo de la próxima cosecha, para las entregas entre diciembre y enero, los exportador­es ofrecieron 195 dólares por tonelada.

En el Matba, en tanto, el contrato enero, que marca el ingreso forma de la cosecha 2018/2019, trepó 4 dólares y cerró la rueda en 199 dólares por tonelada, un registro que quedó un 28,39% por encima del valor vigente un año atrás, de 155 dólares.

Ayer, el agregado agrícola del USDA en la Argentina proyectó la próxima cosecha de trigo en 20 millones de toneladas y el saldo exportable argentino en 14,20 millones, contra los 18 y los 12,80 millones estimados por el organismo para la actual campaña 2017/2018.

Respecto del maíz, los exportador­es pagaron $3950 por tonelada para el Gran Rosario; US$180 para Bahía Blanca, y US$175 para Necochea, sin variantes.

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