LEONARDO MANCUSO
Céntrico Estuches de diseño y calzado
Su familia confecciona calzado desde siempre. Juan Mancuso hizo carrera en Boticelli y, hace 25 años, junto a su hijo Leonardo –quien por entonces tenía 18–, comenzó a fabricar zapatos de hombre en Trebbia SRL., planta que aún hoy conserva.
En 2009, Leonardo se independizó para fundar su propia marca, Céntrico. “Mi padre me impulsó a despegar del negocio familiar para plasmar mis intereses y generar productos desde una idea propia, donde pudieran interactuar arte, moda, diseño, viajes, amigos, experiencias. Empecé haciendo colecciones exclusivas de zapatos y accesorios de cuero”. La identidad de la firma se apoyó, además de en los productos, en un estilo de consumo. En el sótano de la tienda de Palermo había una galería de arte contemporáneo. En agosto del 2015 cerró el local. La marca quedó en stand by hasta ahora. Asociado con quien era social media manager de la tienda, Timoteo Rojas, Leo relanzará Céntrico el 27 de mayo con una nueva apuesta. “Sigo con los zapatos, pero la novedad está en los productos funcionales para trasladar distintos objetos –cuenta–. La idea surgió en la necesidad de resolver cómo llevar materiales a los talleres de dibujo que voy. El tamaño de las hojas y blocks, los lápices, pinceles y acuarelas no se adaptan a los bolsos y las cartucheras disponibles no suelen venir en materiales de calidad”. Un tote que se hizo para él mismo sirvió de modelo para los desarrollos que siguieron y que se comercializan tanto online como en librerías especializadas.
La herencia familiar aportó una pieza fundacional al proyecto que emprende a los 43 años: lo que sucede cotidianamente de la fábrica fue la fuente de inspiración. “Ahí, cada obrero se las arregla para facilitar su trabajo y cuidar sus herramientas, hace sus fundas para las cuchillas, martillos, piedras para afilar, protectores, parches para los delantales. Todo se realiza en cuero, que es lo que está al alcance de las manos”. Pero, además, la experiencia junto a su familia trajo otro legado: “En los 25 años que estuve en la fábrica, aprendí a hacer productos de calidad, pero, especialmente, aprendí a trabajar en equipo, a elegir trabajar con buenas personas, desde los socios hasta los empleados, clientes y proveedores. Las relaciones humanas son todo”, concluye Mancuso.