YANINA ANDREOLI
Lukla Calzado artesanal
Fue una caminata en la montaña la que llevó a Yanina Andreoli a dedicarse a hacer lo que hace. En 2012, después de haber decidido que el negocio familiar no era todo su mundo profesional (Seaf, una fábrica de partes de calzado industrial) y de haber estudiado cine, se fue a un largo viaje. Durante un trekking en el Himalaya nepalí tuvo una revelación. “Es un camino que se hace con profunda y genuina tranquilidad –cuenta–. Se sube lento y con una sonrisa. Hoy estoy segura de que ahí yo estaba aprendiendo algo elemental que después iba a querer imitar y conservar en mi día a día laboral”, rescata de sus recuerdos. El lugar donde iniciaba ese recorrido era un pequeño aeropuerto llamado Lukla, nombre con el que bautizó a la marca de zapatos artesanales que, actualmente, a los 35 años, lidera. Es que Yanina volvió con el imperante impulso de generar un espacio creativo personal. “Naturalmente se fueron juntando todas las cosas que me gustan hacer: investigar, materializar, generar una unión estética, hacer con las manos, estar rodeada de gente que intenta disfrutar de lo que hace”.
Aprendió a confeccionar calza- do con Fernando López Bizacaino. “De a poco fui comprando hormas y materiales y, como un devenir de los acontecimientos, nació Lukla”. Yanina valoriza el “hecho a mano”. Sostiene que, al trabajar artesanalmente, se hace a conciencia, no se desperdicia materia prima, lo que sobra se adapta. “Y un zapato de cuero bien hecho, te dura muchos años”, refuerza. Cuando ya había puesto en marcha su proyecto, se dio cuenta de que con la fábrica familiar había aprendido mucho más de lo que pensaba. “Me hace muy bien ver esas raíces tan expuestas y presentes en mis productos”, dice y agrega, “como buena familia italiana que somos, nunca nos alejamos realmente. Yo sigo colaborando ahí. pero hubo un crecimiento enorme, a la hora de tomar decisiones y sostener sus consecuencias. De a poco fui aprendiendo a creer en lo que hago y el disfrute es cada vez mayor. Las pruebas y las incertidumbres siguen estando, pero por suerte la familia también y ellos siempre serán los primeros en elegir Lukla”.