MARIANA VAISMAN
Welcome Marroquinería
Si a los 18 años le hubieran sugerido que, tres décadas más tarde ella seguiría los pasos de su familia, habría pensado que era una broma. Nieta de un abuelo que comenzó encuadernando libros en cuero para tener acceso a lecturas que su condición social no le permitía, y que luego logró fundar su propio negocio de venta de carteras –Welcome, en 1930–; hija de un padre que heredó un comercio y lo transformó en una marca de producción propia que incorporó también calzado, Mariana Vaisman eligió otro camino. Fue productora de televisión y luego, junto con el pulso de su maternidad, emprendió un proyecto de fabricación de ropa para niños. Mientras tanto, su mamá –Carla “Pitzi” Swass– y su papá –Arnoldo Vaisman– llevaban adelante un negocio que crecía a fuerza de contar con los mejores cueros de la Argentina, un diseño signado por el buen gusto y una ubicación comercial estratégica en Retiro, cerca del turismo. Pero también, superando cada crisis del sector. La última, en 2012, resultó definitiva. Su padre decidió retirarse. Y lo hizo agradecido. Sobre todo, porque bastó anunciar el cierre de Welcome para que se formaran en la calle largas filas de compradores de toda la vida que se llevaron hasta el último producto. Pasaron dos años, el local vacío no se alquilaba. Mariana, todavía conmovida por la reacción de los fieles clientes, volvió a escuchar esa pregunta sobre seguir los pasos de la familia. Ahora tenía la oportunidad de contar con el respaldo de sus ancestros, pero para empezar de cero. Y así lo hizo. Reabrió el comercio con gráfica renovada, conservó modelos emblemáticos y desarrolló nuevos, volvió a contactar a los proveedores de su padre y siguió los pasos, esta vez, por un camino propio. “Me generó mucho estrés agarrar el negocio de mi abuelo y de mi papá. Pero ahora es una alegría”, cuenta Mariana. “Fue muy loco porque, intuitivamente, sabía. Aprendí un montón y mi papá me
coacheó grosso, sí, pero de entrada fue sentir que había estado ahí desde siempre. El olor a cuero es mi vida, mi infancia, mi todo”.
Hay continuidades y transformaciones en la renovada Welcome. Las vidrieras se achicaron, bajo un criterio de armado con pocas piezas, se reformó el espacio para invitar a una experiencia de compra diferente y más distendida. En cuanto al catálogo: “Encaramos algunos modelos desde perspectivas nuevas pero hay algunos clásicos que no los voy a discontinuar. Porque también se trata de resguardar un poco la historia”.