“Sería un necio si no dijera que las altas tasas no afectan el nivel de actividad. Pero es peor esta espiral de volatilidad e incertidumbre”
Dijeron que el anuncio fue un “éxito” y que llevó tranquilidad al mercado
Ministro de Hacienda.
El clima en el Ministerio de Hacienda dio vuelcos inesperados. Del nerviosismo y la incertidumbre de todo el día del jueves a la tensión de ayer por la mañana una vez lanzada la artillería gruesa a los medios y, finalmente, a una frágil y cauta sensación de alivio tras el cierre del mercado de cambios, una vez que el dólar flotaba a la baja.
Para el Gobierno, la respuesta a la volatilidad del frente externo fue contundente. No solo se multiplicó el atractivo del peso, sino que además se ratificó el compromiso de limitar el talón de Aquiles histórico de la economía argentina: el déficit fiscal. Traducido, el Banco Central (BCRA) volvió a subir las tasas de interés, limitó las tenencias de dólares de las entidades financieras y Hacienda aceleró el ajuste de las cuentas públicas.
“Dimos una respuesta contundente”, afirmó el jefe de Gabinete del Ministerio de Hacienda, Guido Sandleris, que también ocupa una silla en el BCRA, y remarcó que esa respuesta fue coordinada y exigida anteayer por Mauricio Macri a su equipo. “Creo que fue un anuncio exitoso, pero hay que seguir viéndolo. Sí está claro que llevó tranquilidad al mercado”, indicó el funcionario cercano a Dujovne, quien volvió a ratificar que se trató de un cimbronazo que viene del exterior y golpeó a varios mercados. Rusia devaluó en los últimos 30 días 9% y Turquía y Brasil, 7%.
Más temprano, por la mañana, todo era nerviosismo en el microcine del Palacio de Hacienda. La convoca- toria oficial a la conferencia de prensa de Dujovne y Caputo se formalizó el jueves a las 23.30, pese a que el rumor había corrido todo el día. Antes de la aparición de los funcionarios, un comunicado del Central levantó a todos de sus sillas. El BCRA había subido nuevamente sus tasas y limitado las posiciones en dólares.
Una vez terminada la conferencia, quedaba clara la estrategia para desanudar la corrida: menos gastos, más ingresos, limitación en la toma de nueva deuda externa, sobre todo en dólares, y la búsqueda de solidez de pagarla en un contexto global que se llena de nubarrones.
Con butacas con presencia de primeras y segundas líneas oficiales, se lanzaron duras críticas a la oposición por el proyecto para frenar los aumentos de tarifas en los servicios y el anuncio de la profundización del ajuste fiscal, además de la estimación de que continuará expandiéndose la recaudación de la mano del crecimiento económico.
“Este año esperábamos sobrecumplir nuestras metas fiscales”, dijo Dujovne. “Vemos un fuerte impacto de la suba de tasas de interés en EE.UU., y la depreciación del peso y la incertidumbre doméstica, a lo que debe sumarse un proyecto irresponsable que pretende modificar los cuadros tarifarios de los servicios públicos”, criticó. Dijo que el costo de ese proyecto le costaría al Tesoro
200.000 millones de pesos. “Vengo a ratificar el rumbo de la política fiscal”, agregó. “Lo vamos a asegurar fijando ese sobrecumplimiento”, dijo y anunció que la meta del déficit previsto para este año de
3,2% sería ahora de 2,7%, un ahorro para el Estado de US$3000 millones. Caputo ratificó entonces que, gracias a ese anuncio, el programa financiero de este año, que ya estaba asegurado en un 75%, queda ahora entre 80 y 85%. Además reiteró que las próximas emisiones de deuda serán en pesos.
“Esta es una decisión no negociable. Hay que converger al equilibrio fiscal”, sentenció Dujovne. ¿Cómo va a acelerarse ese ajuste? Según el ministro, un tercio provendrá de la mejor recaudación que está mostrando la AFIP. Los otros dos, de ahorros en bienes y servicios de la administración pública y de $30.000 millones menos en ahorro de capital (es un 0,2% del 2,5% del PBI en obras públicas previsto en el presupuesto).
¿Cómo afectarán las altas tasas del BCRA a la economía, teniendo en cuenta que el crecimiento es clave, a su vez, para la licuación del déficit fiscal?, preguntó la nacion, junto a una consulta sobre el impacto de la depreciación en la inflación de mayo. “Sería un necio si no dijera que las altas tasas no afectan el nivel de actividad. Pero es peor esta espiral de volatilidad e incertidumbre. Esperemos que las subas, luego, sean lo más transitorias posible. El impacto dependerá entonces de la duración”, afirmó el ministro.
“Hay que ser realistas. La Argentina tiene un traspaso de las devaluaciones a precios más alta que los demás países que tienen hace mucho tiempo metas de inflación. De cuánto será depende de dónde se estabilice el peso. En mayo vamos a tener algo de mayor impacto al previsto”, confirmó y agregó que no volverán a cambiar metas de inflación.