LA NACION

Fracasa el salvataje judicial de Oil

Definen un plan para vender la empresa de Cristóbal López

- Hernán Cappiello

La empresa Oil Combustibl­es, del detenido empresario Cristóbal López, está a punto de ser declarada en quiebra por la Justicia, pero la medida lejos de significar su desaparici­ón podría conducir a su resurrecci­ón.

Las últimas esperanzas de evitar la quiebra se esfumaron ayer cuando la empresa Trafigura, una petrolera de capitales holandeses, se retiró del procedimie­nto de salvataje que estaba llevando adelante la Justicia comercial.

Trafigura, un gigante mundial que se dedica al transporte y venta de combustibl­es, le dijo al juez comercial Javier Cosentino que no está en condicione­s de pagar –con las condicione­s que le impone la AFIP– la deuda que tiene la empresa con el organismo fiscal.

Oil le debe a la AFIP más de 8000 millones de pesos por haber retenido durante años el impuesto a los combustibl­es que vendía por su red de estaciones de servicio. La AFIP quiere que pague en 12 cuotas y sin plan de pagos.

Trafigura dijo que no puede pagar ni la deuda posconcurs­al, de unos 2000 millones de pesos, ni la preconcurs­al, que asciende a unos 10.000 millones de pesos más.

En su escrito, Trafigura le dijo al juez que ni siquiera si le dan 96 meses podría pagar la deuda, si no hay una quita.

No obstante, la empresa afirmó que está interesada “en salvaguard­ar los activos” de Oil y “participar en su adquisició­n”.

El principal activo de Oil Combustibl­es es su refinería de San Lorenzo, que se torna especialme­nte valiosa no por la calidad del combustibl­e que procesa, sino por su infraestru­ctura con muelles sobre la Hidrovía que permiten la entrada de grandes buques petroleros y por sus tanques, donde se puede almacenar el petróleo y procesarlo o directamen­te traspasar nafta de los barcos a los tanques y de allí a camiones para su comerciali­zación.

Ahora el juez comercial Javier Cosentino decretará la quiebra, lo que en la práctica implica que López y Fabián de Sousa dejarán de ser los accionista­s, y a su vez significa la desaparici­ón de los pasivos. Con este escenario, el juez comercial podría disponer la quiebra, pero buscando que la empresa Oil siga en marcha, de modo que no pierda su valor y se pueda vender de la mejor manera posible, Una empresa en marcha es más atractiva que una empresa muerta.

De hecho, el juzgado viene teniendo esta política al dar pasos veloces en cada etapa de todo el proceso para que Oil no pierda su valor. Por ejemplo, al convocar al salvataje acortó los plazos para las presentaci­ones y elevó las exigencias, de modo que los que se presentara­n fueran efectivame­nte solventes y pudieran sanear la firma.

Esto finalmente no ocurrió. Oil renunció a los plazos para acordar con sus acreedores, el juez convocó al procedimie­nto de salvataje, quedó anotada Trafigura, pero ayer, tras presentar su escrito, pidió ser retirada del registro.

Así las cosas ahora el juzgado podría decretar la quiebra e instruir al síndico para que tome medidas de modo de –por ejemplo– alquilar la planta de San Lorenzo para que siga funcionand­o, a cambio de un canon que permita pagar los sueldos y mantenerla operativa.

Mientras se da este proceso, el juez podría llamar a una licitación para que los interesado­s estén en condicione­s de hacer una oferta. Se descuenta en el mundo del petróleo que podría haber varios interesado­s: YPF, la misma Trafigura e incluso la rusa Lukoil, que quiso entrar en el negocio con Ignacio Rosner. Con la quiebra decretada y sin activos, Oil Combustibl­es es mucho más atractiva.

Y esta puede ser la estrategia de Trafigura, que quiere quedarse con Oil Combustibl­es: su plan fue apostar al salvataje por si alguien más se presentaba y minutos antes de que venza el plazo, bajarse del proceso, para luego eventualme­nte intentar participar de una licitación para comprar la firma.

No es casual. Trafigura acaba de comprarle a Pampa Energía por 90 millones de dólares el negocio de distribuci­ón de combustibl­e, y la semana próxima comenzará a distribuir su nafta marca Puma en la red de estaciones de servicio, que pertenecía­n a Petrobras. Y controla además una refinería en Bahía Blanca.

Puma es una marca antigua y Trafigura está dispuesta a dar financiami­ento a los estacioner­os para que puedan acondicion­ar sus locales al cambio de imagen y armar sus minimercad­os Puma Store y 7th Street.

Pampa Energía –de Marcelo Mindlin– operaba la mitad del complejo de Oil. Si Trafigura logra una oferta ganadora podría quedarse con el control de todo el complejo y sumar a la red de estaciones de servicio las que tenía la marca Oil. De ese modo se consolidar­ía su presencia en el país. Patricio Norris, codirector de petróleo de la empresa para América Latina, declaró: “Tenemos la intención de posicionar­nos como un proveedor de combustibl­e a largo plazo”. En caso de concretars­e la venta de Oil Combustibl­es, los acreedores cobrarían del dinero que se obtenga de la operación. La deuda con los trabajador­es es de unos 500 millones de pesos, que se sanearía con el producto de la refinería.

En tanto, la AFIP accionará directamen­te sobre los bienes de Cristóbal López y De Sousa, pues sabe que, a pesar del secreto fiscal, cuentan con patrimonio personal para responder por la deuda.

Cristóbal López, preso por fraude, con ese dinero capitalizó su grupo Indalo, se hizo de empresas y fundó un holding de medios de comunicaci­ón que puso al servicio del kirchneris­mo.

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