Hezbollah refuerza su influencia política en el Líbano
La milicia apoyada por Irán y sus aliados habrían obtenido más de la mitad de los escaños en las parlamentarias
BEIRUT.– Hezbollah y sus aliados políticos obtuvieron poco más de la mitad de los escaños en la elección parlamentaria en el Líbano, mostraron ayer resultados no oficiales, en un impulso para un movimiento respaldado por Irán que se opone fuertemente a Israel y que remarca la creciente influencia regional de Teherán.
Considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos, el grupo chiita Hezbollah, fuertemente armado, ha incrementado su poder desde que en 2012 se involucró en la guerra en Siria para respaldar al presidente Bashar al-Assad.
El aparente triunfo conseguido anteayer por la alianza respaldada por Hezbollah arriesga con complicar la política occidental con respecto al Líbano, un gran receptor de respaldo militar norteamericano que depende de la ayuda y de préstamos del exterior para reactivar su estancada economía.
“Es una gran victoria moral y política para la Resistencia”, dijo el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en un discurso televisivo, en el que empleó el sobrenombre que recibe el movimiento en referencia a su lucha contra Israel. “Hoy podemos decir (...) que se ha conseguido el objetivo”, añadió, sin decir cuántos de los 128 asientos del Parlamento ganaron su partido y sus aliados.
Un ministro israelí dijo que el resultado, que aún no ha sido confirmado por fuentes oficiales, muestra que el Estado libanés no se distingue de Hezbollah e indica el riesgo de que Israel inicie una guerra futura contra el gobierno del Líbano.
Las cifras no oficiales de las primeras elecciones parlamentarias en el Líbano en nueve años indicaban una derrota para el primer ministro Saad al-Hariri, respaldado por Occidente. Sin embargo, aún se perfila como el líder musulmán sunnita con el mayor bloque en el Parlamento de 128 escaños, lo que lo convertiría en el favorito para formar el próximo gobierno.
Medios iraníes parecían festinar con los contratiempos de Hariri. La agencia de noticias iraní de línea dura Tasnim publicó un reporte titulado: “Resultados de elección libanesa ponen fin al monopolio de Hariri entre sunnitas”.
El primer ministro libanés tiene que ser un sunnita en el sistema de poder compartido entre sectas. Se prevé que el nuevo gobierno, como el saliente, incluya a todos los principales partidos y se prevé que las conversaciones para ocupar cargos en el gabinete se prolonguen.
La elección tuvo lugar bajo un complejo nuevo sistema electoral que redibujó distritos y cambió las cosas desde un esquema en que el ganador se quedaba con todo a uno proporcional. Los resultados oficiales no fueron declarados ayer por la mañana, como se esperaba, y no había novedades sobre cuándo podrían ser anunciados.
En un contexto de fuertes tensiones regionales sobre el papel de Irán, principal padrino del movimiento chiita, “Hezbollah parece en buena situación para tener mayor influencia en el proceso de toma de decisiones” en el Líbano, indicó el politólogo Karim el Mufti.
El discurso triunfalista de Nasralalah contrasta con el de su gran rival, Hariri, que dijo que su movimiento –La Corriente del Futuro– perdió un tercio de sus escaños en el Parlamento, pasando de 33 a 21 diputados. “Apostábamos a un mejor resultado y una bancada más grande”, reconoció en una conferencia de prensa.
Para el politólogo Mufti, “la reconducción en el cargo del jefe de gobierno no está amenazada”.
La derrota de Hariri, apoyado por Arabia Saudita, se produce seis meses después de su rocambolesca dimisión desde Riad.
Insatisfecho con los compromisos del primer ministro con respecto a Hezbollah, Arabia Saudita finalmente lo dejó regresar al Líbano entre vítores.