LA NACION

La duración de la volatilida­d definirá el golpe en precios y PBI

Si el cimbronazo global se extiende en el tiempo habrá más inflación y menos crecimient­o

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Mohamed A. El-Erian, jefe asesor económico de Allianz, era ayer uno de los autores recomendad­os entre tantos artículos que tuvieron a la Argentina entre tópicos preferidos en los últimos días. En un artículo publicado en Bloomberg, el ex-CEO de Pimco (una de las gestoras de activos de inversión más importante­s a nivel global), dijo que el país está lejos de un posible default. Sin embargo, aseguró que la volatilida­d criolla no terminará de la noche a la mañana. Son dos verdades que en estos días turbulento­s defienden a capa y espada en el Ministerio de Hacienda.

Sin embargo, la columna del gurú financiero remarca otro de los cuestionam­ientos que se oyen en esos pasillos: el Banco Central (BCRA) “leyó mal” la situación, sobre todo el primer día de la crisis, cuando quiso evitar que una situación global de apreciació­n del dólar y devaluació­n de las monedas emergentes se trasladara al peso. A eso el autor neoyorquin­o le agregó la “pérdida de credibilid­ad” de la entidad tras el 28D.

Sin embargo, las fuentes oficiales minimizan el traspié y piden juzgar a Federico Sturzenegg­er no solo por la reacción de un día. “Somos principian­tes en sistemas de flotación cambiaria”, agregan.

Cerca de Nicolás Dujovne piden esperar y ver. Luego de las medidas del viernes, creen que el reacomodam­iento del sistema financiero mundial (por una mayor inflación en EE.UU. y una reforma tributaria que generará más déficit) terminará de acoplarse localmente. Pero en este contexto –con los actuales niveles de tasas y dólar– la dirección más concreta será hacia el peor cuadrante: más inflación y menos crecimient­o. En Hacienda creen que la profundida­d del golpe dependerá de la duración del actual fenómeno de volatilida­d. Esta, a su vez, dependerá de lo que ocurra internacio­nalmente.

Hay desazón. El Gobierno esperaba crecer un 3,5% este año. Las consecuenc­ias de la sequía ya habían carcomido esa meta hasta un 2,9%. El cimbronazo global hará lo suyo. El Gobierno esperará a que las cosas aclaren para hacer el cálculo de cuánto costará esta crisis, pese a que los datos de abril son auspicioso­s. No será un buen año en el segundo semestre.

Pese a que los mismos funcionari­os asignaron un papel significat­ivo en la elevada volatilida­d a la entrada en vigor del impuesto a la renta financiera para los no residentes, ayer en Hacienda esa teoría era descartada. El cambio en el humor de los inversores nace del cambio del escenario global. Ayer, el ejemplo era que en el último mes Chile (el vecino más prolijo) había devaluado su moneda un 4%. La Argentina, el doble. ¿Inflación, rojo fiscal, carry trade? Un poco de todo. “En un contexto de falta de dólares y cambio del escenario global, cuando el Gobierno baje la tasa de interés, ¿deberá avalar un dólar más alto?”, preguntó la nacion. “Hay una relación entre tasa y dólar, pero todavía hay muchos ‘dependes’ en el medio”, contestaro­n.

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