Tras la inspección de la escena de los abusos, llega la hora de los alegatos en el juicio al cura Ilarraz
Entre ríos. Los denunciantes y el sacerdote participaron del recorrido, pero por separado; por la tarde pasaron por el tribunal los últimos testigos
Los jueces, las propias víctimas y los representantes legales de los denunciantes y de la defensa recorrieron ayer, al amparo de un fuerte operativo policial que mantuvo alejados a la prensa y a curiosos, el Seminario Arquidiocesano de Paraná, lugar donde, según los acusadores, el cura Justo José Ilarraz abusó sexualmente de estudiantes menores de edad que estaban bajo su cargo.
La inspección ocular fue el preludio de los alegatos, que comenzarán pasado mañana en los tribunales de la capital entrerriana. Y la querella anticipó que pedirá “una pena muy alta” para el sacerdote.
“Esta inspección fue realmente muy valiosa porque el tribunal pudo observar los lugares donde ocurrieron los distintos abusos”, dijo a Télam el abogado querellante Marcos Rodríguez Allende.
Ilarraz está acusado de haber abusado sexualmente de pupilos de entre 10 y 14 años que estaban a su guarda cuando él se desempeñó como preceptor del seminario, entre 1984 y 1995. El abogado confirmó que el recorrido se concentró especialmente en “el pabellón donde dormían los menores y en un baño más grande donde hubo varios tipos de abusos”.
Agregó: “Se pudo tomar contacto con el lugar, con el ambiente, la iluminación y determinadas características que son coincidentes con los relatos”. Y explicó que jueces, fiscales y defensores recorrieron el cuarto y el baño que pertenecían a Ilarraz “porque en ese lugar también se producían los abusos”.
El recorrido se dividió en dos turnos: del primero participaron las víctimas; del segundo, Ilarraz.
Rodríguez Allende sostuvo que la inspección “viene a cerrar las declaraciones testimoniales y a dar mayor veracidad a las víctimas”.
Ayer, tras el recorrido, declararon Raúl Gustavo Wendler y los sacerdotes Alfonso Frank, que participó en 1995 de la primera investigación eclesiástica a Ilarraz, y Hernán Héctor Ramón Quijano, actual canciller de la curia, quien ya declaró en la etapa de instrucción del proceso.
El querellante Rodríguez Allende dijo a Télam que entre los testimonios de la tarde también se contó con los psicólogos y psiquiatras del Poder Judicial que en la instrucción hicieron los informes a pedido de la Justicia, en los que sostuvieron que no había “fábulas, sino daños en cada una de las víctimas”.