La sombra del doping otra vez aparece en la escena
Dos argentinos dieron positivo en la Vuelta de San Juan; además, se detectaron al menos 4 casos en la Doble Bragado
El ciclismo argentino había vivido una verdadera fiesta en el 33º Panamericano que se celebró en San Juan el fin de semana pasado. En su mejor resultado histórico, completó una actuación notable con una medalla dorada y tres plateadas. Sin embargo, el doping vuelve a golpear a un deporte que está especialmente en la mira de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA en sus siglas en inglés) y ahora en la Organización Nacional Antidopaje (ONAD), que sigue las directivas de WADA.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) hizo público que dos competidores argentinos tuvieron un resultado analítico adverso –es decir, dieron positivo en un primer análisis– en la Vuelta de San Juan, una prueba de nivel internacional y que está bajo la tutela de la UCI. Los ciclistas implicados son el jujeño Gonzalo Najar, quien se había consagrado campeón, y el salteño Gastón Javier. Ambos deben esperar a que se lleve a cabo la contraprueba. Además, según pudo saber la nacion, se detectaron al menos cuatro casos positivos entre competidores de una carrera que es un clásico argentino, como lo es la Doble Bragado. Y, según averiguó este medio, al menos tres de los implicados habrían ocupado el top ten de la clasificación general. En esta carrera, el organismo que llevó a cabo los controles antidopaje sorpresa fue la ONAD.
En el caso de Najar, la sustancia que se detectó fue CERA, que son agentes estimuladores de eritropoyesis de tercera generación. Básicamente, estimulan la producción de glóbulos rojos, algo que buscan los ciclistas. Mientras que en Javier se encontraron rastros de esteroides. Los controles de la Vuelta de San Juan fueron realizados en conjunto entre la UCI y la ONAD. La decisión sobre qué sanción tendrán los implicados estará a cargo de la UCI.
Algunos interrogantes surgen sobre las razones de que en dos tradicionales carreras de la Argentina se dieron a conocer tal cantidad de deportistas implicados. ¿Acaso antes el doping no existía o es que no se realizaban los debidos controles? Desde que la Argentina fue sancionada a fines de 2015 por la WADA por utilizar el laboratorio del Cenard, que no estaba habilitado para llevar a cabo los análisis antidopajes, el país debió constituir la Organización Nacional Antidopaje y regularizar los controles. En 2016, el funcionamiento de la ONAD continuó siendo prácticamente nulo, entre otros motivos, porque no contaba con presupuesto propio. Y comenzó a trabajar más regularmente a partir de 2017 y, especialmente, luego de la sanción de la nueva ley antidopaje, en diciembre del año pasado, donde se les prohíbe a las federaciones hacer cualquier tipo de control. Mientras tanto, en la Argentina no hubo controles en muchos deportes porque los costos para enviar los análisis al exterior eran enormes para las federaciones locales. El ciclismo fue uno de esos deportes que no hizo controles y esto ocurrió durante los años 2014, 2015 y 2016. Durante el año 2016, según pudo saber la nacion, hubo otros deportes como el tenis, el vóleibol y el básquetbol que tampoco realizaron todos los controles que debían hacer, salvo en instancias decisivas.
Al parecer, los deportistas argentinos que no competían internacionalmente se acostumbraron a esta situación irregular y eso, sumado a una falta de información sobre qué sustancias están prohibidas y cuáles no, formaron un combo explosivo. Además, existe otro factor: la WADA le exigió a la ONAD que intensificara los controles. En un año en el que la Argentina será sede de los Juegos de la Juventud, algún tipo de advertencia de la WADA a la ONAD no sería buena propaganda.
En diálogo con la nacion, Marcelo Lanzi, presidente de la Federación Argentina de Ciclismo de Pista y Ruta (FACPyR), expresó que están trabajando con la ONAD para generar más “educación” entre los deportistas en temas relacionados con el doping. Y añadió: “Esperemos que esto sirva para encauzar un poco todo”. La Argentina recién comienza su camino en la lucha contra el dopaje y el desafío es mayúsculo, como ocurre en el resto del mundo.