El dólar no deja de subir y el BCRA reforzó las reservas con un préstamo
Pese a las altas tasas y a las operaciones con futuros, la divisa se instaló encima de los $23; otra rueda de devaluaciones en la región
El Gobierno volvió a comprobar ayer que escaparle a la crisis cambiaria que se generó cuando el mercado, en cuestión de meses, pasó sin escalas ni recaudos de una sensación de abundancia a otra de falta de dólares no resulta sencillo.
Por esta razón, debió resignarse a que el dólar volviera a superar y muestre intenciones de instalarse por encima de los $23 (cerró a $23,13 el minorista en promedio), pese a que el Banco Central (BCRA) intenta desalentar la demanda operando nuevamente (tras dos años y medio de veda) contratos de futuros cambiarios, a la vez que mantiene las tasas de interés de mercado abierto de las Lebac (las letras que él mismo emite) por encima del 41% nominal anual.
El problema es que a la crisis cambiaria se agregó en los últimos días una corrida contra el riesgo argentino, que dejó a la vista la vulnerabilidad a la que estaba expuesta la economía local, al enfrentar un previsible cambio de clima financiero internacional con un déficit externo equivalente al 5% del producto bruto interno (PBI).
Eso hizo que los tenedores locales de dólares adopten una actitud menos proclive a venderlos y pasen a demorar todo lo que pueden la liquidación, al quedar a la vista, en paralelo, que el dólar tiene una tendencia global de fondo a recuperar valor. Esto los lleva a pensar que pueden llegar a hacer valer esos billetes aun más pesos si son pacientes.
“Y cuando un mercado como el nuestro toma esa dinámica, la cosa se complica”, comentó a la nacion ayer un experimentado operador.
Intentando romper esta tendencia, el BCRA reactivó en las últimas horas una línea de crédito del Banco de Basilea (BIS), que había desactivado hacia fines de 2016, para hacerse de US$2000 millones, lo que le permitió reportar el primer saldo positivo de reservas en 20 días. Gracias a ello, esa tenencia quedó en US$57.014 millones, tras avanzar US$1818 millones por aquel aporte.
Toda la artillería
La acción del BCRA para tratar de devolverle algo de previsibilidad cambiaria a la economía esta vez incluyó la incorporación de señales tendientes a reforzar el mensaje que había dado anteayer su Comité de Política Monetaria.
Aunque pasó casi desapercibido, el BCRA venía de advertir que, debido al escenario de mayor inestabilidad de los mercados emergentes, su visión sobre el futuro mediato había cambiado: “Se requiere un nivel de tasas reales de interés significativamente superior al observado antes de los últimos cambios”, sostuvo.
En línea con esta definición, el BCRA extendió hasta septiembre (hasta ahora había concentrado sus esfuerzos en mayo y junio) sus intervenciones en el mercado secundario de Lebac, con lo que bendijo el nivel de tasas al que se operan. “Los cierres en el MAE quedaron a 41,90% a 7 días, 42,25% a 43 días ( junio), 41,50% a 70 días ( julio), 41,40% a 98 días (agosto) y 36,50% a 161 días (septiembre)”, consignó el operador de Bull Markert Brokers, Leonardo Svirsky.
En paralelo, el ente monetario volvió a ser un activo oferente de contratos de dólar futuro tanto en esa plaza como en el Rofex rosarino, plaza que ayer transó montos equivalentes a US$1106 millones y operó el 75% de ese volumen en el vencimiento de mayo, que cerró a $23,10 por dólar, es decir, con una tasa implícita del 28,11% nominal anual.
Pese a todo esto, en el mercado del dólar contado el peso se devaluó otro 1,42%, y aunque se movió en línea con el resto de las monedas de la región (que también cedieron posiciones frente a la divisa estadounidense) volvió a ser la moneda que más relación de cambio volvió a perder.
A su vez, la ola de desconfianza imperante hacia el riesgo argentino hace que a los bonos de la deuda les cueste recuperarse, pese a que, en algunos casos, casi duplicaron sus tasas de rendimiento en apenas dos semanas.
Los títulos en dólares de más largo plazo ya rinden por encima del 8%, y los de la parte media de la curva, que resultaron más castigados aun, se operan a precios que suponen tasas de retorno del 7%, que hubieran resultado impensadas hace un mes. Esto mantiene la tasa de riesgo país levemente por encima de los 490 puntos básicos.