LA NACION

Cuando Messi quiere jugar, juega, aunque el Mundial esté a la vista

En procura de su quinto Botín de Oro, anotó en la goleada 5-1 de Barcelona sobre Villarreal

- Juan I. Irigoyen

BaRCELONa. – Con la Liga y la Copa del Rey en las vitrinas y con el clásico superado, Ernesto Valverde optó por hacer descansar a sus muchachos que más trajín acumulan en la temporada. Sentó en el banco a Luis Suárez (4263 minutos), a Ter Stegen (4140), a Rakitic (4083) y a Jordi alba (3818). Y en el segundo tiempo reemplazó a Piqué (3991) y a Busquets (3871). En la Ciudad Deportiva de Barcelona siempre andan atentos a las tablas de Excel que contabiliz­an los partidos disputados por los jugadores. No era cuestión de agotar a sus figuras en el plácido duelo ante Villarreal en el Camp Nou. Sin embargo, el que encabeza la lista de minutos jugados saltó a la cancha contra el submarino amarillo. Lionel Messi (4446) no se lo quería perder. Y si Messi quiere jugar, juega.

“Leo sabe leer perfectame­nte los partidos. Él sabe cuándo tiene que apretar y cuándo no. Parece que va paseando en el campo, pero está siempre concentrad­o y acelera cuando tiene que acelerar”, le explican desde adentro de Barcelona a la

nacion. El rosarino fue el segundo jugador azulgrana que más pelotas tocó contra el Villarreal (101), una menos que Coutinho (102). Como en los tiempos de Guardiola, de nuevo en el callejón del falso 9, con dos extremos bien abiertos (Dembélé y Coutinho), Messi se divirtió en el Camp Nou. Disfruta el rosarino de sus últimas tuya-mía con andrés iniesta. Y tuvo su gol. En definitiva, lo que fue a buscar contra Villarreal.

Quebró la cintura para desparrama­r a dos defensores amarillos y le soltó la pelota a iniesta. El 8 se la devolvió de cucharita. El Nº 10, sin dejarla picar, acarició el balón al palo derecho de asenjo. La asistencia número 18 del volante español al rosarino en la Liga; solo Dani alves y Luis Suárez le cedieron más pases de gol (21). Messi sumó su tanto 34 en la Liga y estira su supremacía como el máximo goleador de las ligas europeas. Su perseguido­r, Salah del Liverpool, lleva 31. “Sería lindo que Leo consiguier­a el Botín de Oro”, aseguró Guillermo amor, responsabl­e de relaciones institucio­nales de Barcelona.

Barcelona persigue récords, colectivos e individual­es. Messi quiere su quinto Botín de Oro (2010, 2012, 2013 y 2017), Ter Stegen el premio Ricardo Zamora al arquero menos goleado de la temporada, y por eso el alemán no jugó frente a Villarreal. Y mientras Messi y Ter Stegen persiguen sus retos personales, Barça quiere terminar invicto la liga.

“En el deporte siempre tienes que buscar estímulos de donde sea. Ya somos campeones y ahora queremos acabar la liga invictos”, señaló iniesta. al español le queda un partido en la casa azulgrana. Y Barcelona ya lo empieza a extrañar. “Es un jugador único. Bueno, está él, Messi y punto”, cerró Valverde. iniesta quiere el invicto, Messi el Botín de Oro. Los dos acarician sus retos.

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