Fracasa la investidura del sucesor de Puigdemont
españa. Los independentistas no lograron la mayoría absoluta; mañana vuelven a votar
MADRID.– El proceso independentista de cataluña radicalizó su discurso con miras a la posible investidura, mañana, del candidato designado a dedo para la presidencia, un hombre que prometió convertir la región en una república independiente contra la “represión” del Estado español.
Pese a que tienen mayoría propia en el Parlamento regional, las distintas fuerzas independentistas no pudieron votar ayer la investidura de Quim Torra como presidente, por la abstención de los cuatro diputados antisistema, de los que siguen dependiendo.
“No nos termina de convencer, parece un poco suave en sus expresiones”, dijeron los cuatro diputados de la antisistema convocatoria de Unidad Popular (CUP), al hacer fracasar la votación con su abstención.
Las fuerzas independentistas mayoritarias de Junts per catalunya y de Esquerra Republicana de catalunya dependen, una vez más, de los extremistas antisistema, que quieren una ruptura unilateral y urgente con el resto de España.
En un intento de seducirlos, Torra defendió “la construcción de un país con la máxima radicalidad posible”, en un discurso duro contra el Estado y sus instituciones, incluido el rey Felipe VI.
“En su país hay represión y emergencia humanitaria para los catalanes. Así no, rey”, le dirigió al monarca en uno de los escasos tramos del discurso en que habló en español.
Dijo que carles Puigdemont, quien huyó a Bélgica luego de que el gobierno español lo destituyó de su puesto, es el legítimo presidente de cataluña.
La antiindependentista Inés Arrimadas, líder de ciudadanos que ganó las elecciones regionales de diciembre pero no sumó mayoría absoluta, consideró que Torra representa “el nacionalismo identitario excluyente”. Recuperó para ello antiguas citas del candidato en las que calificaba a España de “país exportador de miseria” o consideraba que hablar español en cataluña “no es nada natural”.
Mañana habrá una nueva sesión de investidura, y si bien Torra no obtuvo la mayoría absoluta de 68 votos necesarios en la primera ronda de ayer, en la sesión de mañana solo se necesita una mayoría simple.
Queda por ver qué es lo que harán los cuatro diputados de la CUP. Si mantienen su posición de abstención, permitirán la investidura. Por el contrario, si la modifican a un voto en contra, la dejarán sin efecto.
Escenarios
Los escenarios que se abren ahora en cataluña siguen siendo inciertos. Puede que mañana haya nuevo presidente. En ese caso, todo parece indicar que Torra será un títere de los deseos de Puigdemont.
Si, por el contrario, la CUP rechaza su investidura, quedará un plazo de apenas ocho días, hasta el 22 de mayo, para que se designe un nuevo presidente. De lo contrario, se llamará nuevamente a elecciones.
Torra fue designado candidato por el destituido Puigdemont, quien pretende seguir manejando la política catalana desde Alemania, donde se encuentra retenido por la Justicia alemana, luego de haber optado por abandonar el país.
El gobierno central de España administra los asuntos de la región desde que cataluña hizo una declaración de independencia que carece de efecto, tras el referéndum ilegal del año pasado.
La rica región, de 7,5 millones de habitantes, pasó a estar controlada por Madrid, y hasta 25 dirigentes políticos, con Puigdemont al frente, fueron procesados por la Justicia por rebelión y otros delitos.
Nueve de ellos fueron encarcelados y otros siete marcharon al extranjero, entre ellos Puigdemont, detenido a fines de marzo en Alemania y pendiente de un proceso de extradición.