LA NACION

El doble juego de Boca: confiar en las fuerzas propias y en las ajenas

Los xeneizes se medirán con Alianza Lima en la Bombonera y para clasificar­se dependen del partido Palmeiras vs. Junior; pasarán a los octavos de final solamente en caso de sacar un mejor resultado que los colombiano­s en San Pablo

- Pablo Lisotto

Apenas siete días después de celebrar la obtención del bicampeona­to argentino en un estadio que desbordó de pasión, aunque el acto consagrato­rio fue en La Plata, Boca vivirá en una Bombonera con localidade­s agotadas 90 minutos de pura tensión y nerviosism­o. Con el cuerpo en Brandsen 805 y la mente a 2230 kilómetros, en el Allianz Arena de San Pablo, donde Palmeiras recibirá a Junior. El resultado de ese juego será determinan­te para las aspiracion­es de los xeneizes de clasificar­se para los 8avos de final de la Copa Libertador­es.

Cuando la pelota comience a rodar, aquí y allá, a las 21.45, el equipo conducido por los Mellizos Barros Schelotto estará fuera de la Libertador­es. El tercer lugar en el Grupo H lo expone a esa realidad. Así están repartidas las cartas para esta noche. Sin embargo, dos horas más tarde, otra puede ser la situación. Porque para clasificar­se a la siguiente instancia, a Boca no le bastará con superar a Alianza Lima, sino que también depende de la mano que pueda tenderle Palmeiras

frente a Junior. Un triunfo xeneize sólo será útil si los barranquil­leros no consiguen ganar en el escenario paulista. incluso podría servirle un empate, en caso de que el Verdão se rehaga y le regale una victoria a su público, luego de la derrota 1 a 0 del domingo en el clásico ante Corinthian­s, por la quinta jornada del campeonato brasileño.

“Hacer una buena Copa es jugar la final”, sentenció Guillermo Barros Schelotto a comienzos de año. Esa frase, hoy, se ofrece como una daga. Haber elevado la vara tan alto va en sintonía con la historia del club, en particular cuando el máximo anhelo que envuelve a la institució­n es levantar un trofeo que le fue familiar en la primera década del nuevo milenio –cuando fue cuatro veces campeón–, pero que ahora se convirtió en un premio esquivo y lo expone. Si los resultados no son los esperados, condiciona­rán el futuro.

Boca quedó frente a una situación incómoda. La proyección está alejada de la realidad, como es llegar a la última fecha del Grupo con apenas un triunfo y tres goles convertido­s en cinco partidos. En ese contexto, que siga existiendo la posibilida­d de ser parte de los 16 mejores clubes del certamen continenta­l, aún cuando no dependa de sus propias fuerzas, es prácticame­nte la única arista positiva.

La celebració­n por el flamante bicampeona­to y por los más de 500 días como líder del torneo argentino ingresó en stand-by desde el

último jueves. Boca es consciente de que le falta una brazada más para llegar a la costa. Recién después de lograr ese objetivo podrá respirar aliviado, festejar y terminar el semestre con una sonrisa franca y amplia. Por eso la mesura en las celebracio­nes del último miércoles y el equipo alternativ­o que presentó ante Huracán. Sin dudas, el partido frente a Alianza Lima se convirtió en el más importante del semestre, luego de la final de la Supercopa Argentina con River, superclási­co que significó una derrota y una carga más en la mochila.

Boca tiene la capacidad para cumplir con su parte, la de ganarle al conjunto peruano, pero las flaquezas que reflejó en el recorrido –el único equipo que no supo imponerse en Lima, donde Palmeiras goleó 3-0 y Junior triunfó por 2-0– lo condenan a recibir un aventón de Palmeiras para que la hoja de ruta no tenga un abrupto final. Consciente, a la vez, de que si logra el objetivo, después del receso por el Mundial, los regresos de Paolo Goltz, Fernando Gago y Darío Benedetto y con un nuevo mercado de pases, tendrá motivos para alimentar la ilusión de volver a conquistar América después de 11 años.

Como si no quedara en evidencia que todo el foco estará puesto en lo que ocurrirá en San Pablo, el entrenador de Alianza Lima, Pablo Bengochea, anticipó que planea alinear a varios juveniles. Aunque dejó en claro que no regalará el partido. “no existe una mayor motivación que

defender la camiseta de un equipo importante y con mucha historia. no hicimos la etapa de grupos que queríamos, pero tenemos respeto por la camiseta de Alianza y vamos a intentar hacer un buen partido”, evaluó el DT uruguayo.

En Boca nadie lo sugiere ni se atreve a expresarlo en voz alta, porque de solo pensarlo se hiela la sangre. Pero la eliminació­n en la etapa de grupos de la Copa Libertador­es, una situación que no sucede desde hace 24 años, en la que también compartió el calendario con Palmeiras, sería un cimbronazo que traería secuelas. El presidente Angelici manifestó en público que el cargo de los Mellizos Barros Schelotto no estará en juego, porque el contrato termina en diciembre y ese será el momento en que se realizará la evaluación del trabajo, aunque el estado de shock podría empujar al cuerpo técnico a acortar el vínculo.

Para intentar torcer la historia, los Mellizos dispondrán de un dibujo táctico clásico –4-3-1-2, con Tevez como enlace y con el desequilib­rante Pavón y el goleador Wanchope Ábila como fórmula de ataque–. La presencia del colombiano Edwin Cardona es la incógnita que se develará en la Bombonera, porque esperarán por su recuperaci­ón hasta última hora.

La moneda está echada al aire y recién cerca de la medianoche Boca sabrá si se renovaron las esperanzas para soñar con la Copa Libertador­es, un trofeo que se convirtió en una obsesión.

 ?? PRENSA BOCA ?? Wanchope Ábila, poder de fuego para Boca; el goleador fue importante en los últimos y decisivos partidos
PRENSA BOCA Wanchope Ábila, poder de fuego para Boca; el goleador fue importante en los últimos y decisivos partidos

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