Palmeiras ni piensa en Boca: debe reivindicarse con su gente
El equipo paulista perdió el clásico y el clima se espesó: tiene que ganarle a Junior
SAN PABLo.– Antes del domingo pasado, la victoria de Palmeiras en el duelo de esta noche ante Junior tenía un único fin: asegurarle al equipo paulista el liderazgo en la clasificación general de la etapa de grupos de la Copa Libertadores. Desde la tarde del último domingo, el partido ante los colombianos cobró otro sentido, el de la reconciliación con sus hinchas. ¿Qué pasó el domingo, entonces? El Verdão volvió a perder el clásico ante Corinthians, en Itaquera. Sin detenerse demasiado en la fortuna de Boca, por aquí se hablan de otras cosas.
A partir de esa dolorosa derrota hubo una protesta de la Mancha Verde, facción de la barra brava palmeirense, en el predio de Barra Funda, donde se entrena el plantel, pedidos de renuncia de otro grupo de hinchas para el entrenador Roger Machado y hasta fuertes reproches contra algunos jugadores importantes del equipo, con especial énfasis en el volante Lucas Lima y el atacante Dudú.
De nada importó que el equipo estuviera entre los primeros primeros del Campeonato Brasileño, con un pie en los cuartos de final de la Copa de Brasil (define en casa y con ventaja ante América MG) y clasificado a octavos de la Libertadores como mejor equipo del Grupo H, ya desde su victoria en La Bombonera. Tampoco ayudó la secuencia exitosa jugando como visitante en diferentes competencias, con triunfos ante Alianza Lima, Atlético Paranaense y América, si en el cuarto juego se perdió el clásico más esperado de los últimos tiempos.
Más allá del mar batido, Palmeiras encuentra hoy ante Junior una nueva oportunidad de reconciliarse con su público. El partido ante los colombianos marcará el comienzo de una seguidilla de cuatro presentaciones en casa, una oportunidad única de ir curando las heridas que dejó el clásico. Tal vez por ello en San Pablo casi nadie se atreve siquiera a mencionar la posibilidad de que el Verdão no deje todo ante los colombianos para, de esa manera, perjudicar a Boca, que estará enfrentando en Buenos Aires a Alianza Lima, de Perú.
Estricto secreto
Si bien el entrenamiento de ayer fue a puertas cerradas, casi blindado para periodistas y curiosos, el técnico Machado mandaría al campo un equipo que combina unos pocos jugadores habitualmente titulares con mayoría de suplentes. Uno de los que integra este último grupo es Alejandro Guerra, quien habló sobre el partido de esta noche. “Somos profesionales y obviamente vamos a jugar para ganar, como siempre lo hacemos. Boca tiene que ganar también, pero depende de nuestro resultado; nosotros no estamos pensando en ellos, porque para nosotros es más importante jugar bien y asegurarnos el primer lugar en la general”, dijo el exvolante de Atlético Nacional, de Medellín.
Con respecto a la posibilidad de disputar el partido de hoy, tras perder su lugar en el equipo titular por lesión, Guerra prefirió ser cauteloso. “No sé quién va a jugar mañana (por hoy), pero estoy seguro de que quien entre al campo lo hará bien. En Palmeiras no hay suplentes, hay 30 jugadores de excelente nivel, todos preparados para salir a ganar en nuestra cancha y ante nuestra gente”, sostuvo el venezolano. “Lo que piensen los demás, poco nos importa, sabemos de lo que somos capaces”, agregó.
El escenario relativamente tenso, por la derrota en el clásico y las especulaciones de ir a menos para perjudicar a Boca, contrasta con una buena temporada de Palmeiras, que, sobre 25 partidos disputados en el año, ganó 15, empató cinco y perdió cinco –tres de ellos, ante Corinthians–, fortaleciendo su candidatura a ganar los tres títulos que disputa (Libertadores, Copa de Brasil y Campeonato Brasileño).
En el único entrenamiento abierto de la semana, Roger Machado formó un equipo con Weverton; Mayke, Luan, Emerson y Victor Luis; Felipe Melo, Tche Tche y Guerra; Willian, Hyoran y Deyverson. Se especula que buena parte de esa formación (podría sumarse el colombiano Miguel Borja en lugar de Deyverson) estará esta noche en el Allianz Parque, ante Junior, en el partido que define buena parte de las chances de Boca y, sobre todo, la vuelta a la buena senda de Palmeiras.
Se ve: más que pensar en el futuro de Boca, Palmeiras piensa en todo lo bueno y todo lo mano que puede sucederle después de un partido de Copa Libertadores.