El Presidente visitó a Schiaretti con el objetivo de acercar a los gobernadores
El macrismo busca consensos entre las provincias para reducir el déficit y recibió una buena señal del cordobés
CÓRDOBA.– La provincia que el Presidente califica como “su casa” fue el sitio que eligió Mauricio Macri para regresar al interior después de las semanas de zozobra financiera. Lo recibió el gobernador Juan Schiaretti, un “amigo personal” que ocupa un rol clave entre los mandatarios peronistas.
Macri y Schiaretti compartieron el vuelo entre Mar Chiquita y la capital cordobesa, tiempo en el que el mandatario provincial le ratificó sus dudas respecto a algunas medidas económicas. Pero, a la vez, le reiteró el compromiso del peronismo “republicano” de no ponerle palos en la rueda.
“Algunas de esas dudas el ‘Gringo’ se las dijo –con otro tono– en la campaña del año pasado y lo de garantizar la gobernabilidad es desde siempre; lo que está claro es que no hay consenso para aceptar que los costos de los errores se compartan; ellos gobiernan, ellos deben hacerse cargo”, confió a la nacion un integrante del círculo chico de Schiaretti.
Una vez más, entre el Presidente y el gobernador, dominó un clima cordial. Bromearon, en especial, durante el recorrido que realizaron en la caja de una camioneta –a la que subieron con la ayuda de un banquito– por la costanera de Mar Chiquita. El Presidente dijo que se debe terminar con “la Argentina de los privilegios” y festejó la clasificación de Boca a los octavos de final de la Copa Libertadores.
El concepto de “ayudar a la gobernabilidad” que tiene Schiaretti y que comparte con algunos de sus pares peronistas es “darle las herramientas” que la Nación necesita, aunque rechazar ser parte de las decisiones clave. “Gobiernan ellos”, insistieron cerca del cordobés.
Horas antes de recibirlo en Córdoba a Macri, Schiaretti afirmó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no precisa pasar por el Congreso de la Nación, como entiende que tampoco el Senado debe avanzar con el proyecto tarifas.
Reiteró dos guiños hacia la Casa Rosada. Pero los acompañó con una crítica: “Las provincias tienen muy poco déficit fiscal; la Nación tiene 6% del PBI de déficit fiscal y las provincias solo el 0,5; se comienza reduciendo el déficit nacional eliminando los privilegios que continúan manteniendo lo que es la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires”.
Macri le dio ayer la razón diciendo que “lo justo” es que “todos paguen lo mismo” y que se avanza hacia ese objetivo.
La idea de Schiaretti es que la apuesta debe ser a una expansión de la economía y no a un ajuste que puede volverse recesivo. Lleva tiempo criticando el nivel de las tasas de interés y subrayando que son un obstáculo para el financiamiento de las empresas. Esos conceptos son compartidos por el resto de los mandatarios peronistas.
En el encuentro del miércoles pasado en Tucumán –donde además de varios peronistas estaba el santafesino Miguel Lifschitz, también opositor– el salteño Juan Manuel Urtubey también consideró que es un “error plantear que esto se resuelve solo bajando el déficit fiscal con la lógica de achicar el Estado”.
“El ajuste comenzará por los gobernadores y diputados para que la gente se saque esa mochila que durante años aplastó a la Argentina. Hay que decirle la verdad a la gente y bajar los gastos de la política. Dar el ejemplo y después sentarse a hablar sobre qué privilegios estamos pagando, en este presupuesto, que no corresponden”, dijo Macri en Cadena 3.
Y reclamó “una Argentina sin privilegios, en el que todos trabajemos lo mismo y asumamos la misma responsabilidad. Emprendemos un camino y transformación profunda. Estamos poniendo lo que tenemos que poner para construir la Argentina que soñamos”.