Viaje a los recuerdos “Pude jugar con 43 años el Mundial de Sudáfrica”

De 0 a 10, ¿cuánto te enojaste cuando Bilardo no te incluyó entre los titulares para el debut con Camerún, en Italia 90? –¡Más que 10! ¡100! Esa decisión de Bilardo fue increíble. Menos mal que se dio cuenta. Era un tipo muy capaz, pero tenía esas locuras, como esa… Primero sentí frustración, y después me entró una bronca. Pensé: ‘cuando entre hijo d… agarrate, te vas a tener que tragar la decisión’. El problema era si Argentina ganaba 2-0, la puta madre, yo no quería que ganásemos… Bueno, sí quería, pero que el gol lo hiciera Ruggeri, o hasta Pumpido, pero no un delantero. –¿Qué te dolió más: el desgarro después de brillar contra Nigeria en EE.UU. 94 o la amarilla que te sacó de la final en Italia 90? –Nooo, la amarilla que me dejó sin final. Fue un instinto. Se la podría haber evitado el árbitro, pero estaba con la predisposición: si un argentino caía en alguna trampita, a la mínima, no iba a tener piedad. Él sabía que yo era delantero, no le había entrado con una patada a un rival, podía evitarla. Es una regla ridícula y sigue existiendo; por una mano intrascendente, sin riesgo para el rival, me sacó de una final del mundo… –¿La Argentina no podía salir campeón en Italia 90? –En la cancha, solo nos pasó por arriba Brasil en el primer tiempo. Después, no jugábamos bien, pero nadie nos arrolló. Incluso en la final, Alemania tuvo más la pelota, pero nosotros no nos colgamos del arco. Hasta hubo un penal a Calderón que no nos dieron. Contra Italia el árbitro también expulsó a Giusti y lo dejó sin final al Vasco Olarticoechea por la segunda amarilla. Con dos de los tres que no pudimos jugar contra Alemania, les ganábamos. En ese Mundial tuvimos todo en contra, y no me refiero solo a lo futbolístico. –¿La Argentina tampoco debía consagrarse en EE.UU. 94? –No, tampoco debía ganarlo. –Si la selección avanzaba a 8vos de final, ¿estabas para jugar en 2002? –Sí, ya estaba recuperado. La idea de Bielsa era que yo jugara todo el segundo tiempo con Suecia, pensando que íbamos a pasar a octavos. Yo iba a jugar de entrada en ese Mundial, era titular 100%, pero justo me lesioné 33 días antes, y cuando me recuperé, el equipo se quedó afuera. –Elegí un gol: a Brasil en Italia 90, a Italia en Italia 90 o los que le hiciste a Nigeria en EE.UU. 94... –A Brasil y a Italia, los dos al mismo nivel. Eran dos candidatos a ganar el Mundial y los bajamos. –¿Te dolió no ir a Francia 98? –Uhh, fue duro eso. No fue justo, Passarella me cagó un Mundial. Lo del pelo fue ridículo, ¿quién se cree esa pelotudez? A Passarella siempre lo consideré un jugador espectacular, pero como técnico me defraudó. Y se lo dije. Él es así: en su ego, dijo, ‘saco a Redondo, a Caniggia y a Batistuta’. Bati se salvó, pero estuvo al límite, lo sé bien. El quería estar con sus jugadores, y si ganaba sin las grandes figuras, todo el mérito era suyo. Además de algunos temitas con sus representantes amigos, dejalo ahí. –¿Es cierto que pudiste participar de Sudáfrica 2010? –Sí. Podría haber jugado a los 43 años un Mundial, como Roger Milla. Bilardo me quiso llevar a Sudáfrica, yo estaba muy bien físicamente a los 43, estaba rápido, y Bilardo lo sabía. Si esa info me la hubieran dado con más énfasis… yo hacía cuatro años y medio que me había retirado… Bilardo lo había hablado con Grondona, el equipo era Arsenal… Bilardo es un tipo contundente, pero corto, no te explica todo bien. Después me arrepentí como un boludo. Me podría haber puesto las pilas para llegar al Mundial. Había jugado con Diego, podría haber jugado con Messi. Era para estar ahí, obviamente no ser titular, pero…