El reto de modernizar la escuela en un contexto vulnerable

Se debe innovar para avanzar, pero al mismo tiempo hay que resolver los problemas actuales

Hay que modernizar la escuela para preparar a las próximas generaciones para los trabajos del futuro. Sin embargo, la pobreza y la inequidad de la sociedad piden urgente soluciones en el presente. Desde los problemas de infraestructura hasta la incertidumbre del mañana, la educación atraviesa un momento crítico en el cual, como las empresas, pide innovar para no morir.

“La Argentina tiene 24 sistemas de educación, cada provincia tiene el propio. Si no hay una red de colegios, no puede haber economía de escala ni red de conocimiento. La tecnología puede bajar los costos pero para eso hay que trabajar en conjunto”, dijo Roberto Souviron, fundador de Despegar.com. El Observatorio de Argentinos por la Educación, que él preside, apunta a lograr conectar las instituciones de enseñanza para poder medir, y mejorar, la educación. “La idea no es hacernos millonarios con esto, sino tratar de llevar a la sociedad un ejemplo de cómo con los mismos recursos se pueden lograr mejores resultados”, comentó.

Souviron remarcó que la educación tiene un nivel bajo en cualquier estrato social. “Los hijos que reciben la mejor educación de la Argentina recién se acercan al promedio de los colegios en Estados Unidos”, comentó, y dijo que modelos que se admiran, como el de Finlandia, son muy difíciles de replicar, porque en esa sociedad los mejores profesionales quieren ser docentes. “Tenemos que empezar por lo más básico, que haya clases todos los días: que los chicos vengan descansados y bien alimentados. Para nuestros colegios, demandamos que los padres firmen un contrato que los compromete a no permitir que los chicos miren hasta las 12 de la noche la televisión”, agregó.

Para María Cortelezzi, directora ejecutiva de Educar 2050, las diferencias económicas son tan fuertes que la única manera de mejorar es aumentando el involucramiento de toda la sociedad. “Nuestras sociedades son complejas y todos tenemos que hacernos cargo; el sector privado, el Estado, la sociedad civil y los padres”, dijo Cortelezzi. “Donde uno nace determina muchísimo cuánto se va a aprender. Pero la educación es un derecho universal”, acotó.

Para Cris Morena, directora de Cris Morena Group, es importante entender que pese a las diferencias económicas, todas las inteligencias son iguales. “No se trata de crear sabios, sino de levantar el ánimo de todos aquellos que se creen inferiores en inteligencia, sacarlos de los pantanos en los que se estancan, no de la ignorancia, sino del menosprecio de sí mismos”. La creadora de 14 formatos televisivos en más de 40 países, con seis millones de revistas vendidas y 73 álbumes musicales, agregó: “Se trata de ser hombres emancipados y empoderados. En vez de hablar de carreras deberíamos decir caminos. No se adónde se dirigen esas carreras”.

Enrique Alemañy, presidente de Ford Grupo Sur, opinó: “Si nacés del concepto de que somos todos iguales, bastaría con dejar que los chicos solos generen las condiciones para educarse. A lo mejor, un Steve Jobs puede dejar la facultad por que es un genio, pero hay que generar herramientas modernas para dar la posibilidad de desarrollarse, de inclusión, en todos los niveles de la sociedad”.

Para Javier Martínez Álvarez, presidente de Tenaris para el Cono Sur, el desafío es poder formar a los jóvenes para el cambio: “Comparo mi propia experiencia laboral y la que va a vivir un chico millennial.

En mi primer día en Tenaris había una sola computadora y nos turnábamos para usarla. Hoy, la tecnología está rampante en el mundo de la empresa. Yo viví un cambio enorme, pero mis hijos van a vivir un cambio 100 veces mayor. ¿Cómo preparo a este chico para eso?”.