Trump pide que se investigue si el FBI infiltró su campaña
Furioso por nuevas revelaciones en el Rusiagate, pedirá que se analice si la agencia federal lo vigiló cuando era candidato
WASHINGTON.– Molesto por nuevas revelaciones sobre la investigación por el escándalo Rusiagate, Donald Trump abrió un nuevo frente con los fiscales y los investigadores federales al anticipar que exigirá una investigación –otra más– para determinar si el Departamento de Justicia “infiltró” su campaña presidencial.
La nueva ofensiva del presidente, desplegada, fiel a su costumbre, con un mensaje en Twitter, volvió a crear otro pico de tensión entre la Casa Blanca y el Departamento de Justicia por la investigación que lleva adelante el fiscal especial Robert Mueller, que intenta dilucidar hasta dónde llegó el brazo de Vladimir Putin en la elección presidencial de 2016.
El periódico The New York Times había revelado días atrás que el FBI contaba con un supuesto “informante” que mantuvo contactos con la campaña presidencial de Trump. Fue el puntapié de la nueva diatriba del mandatario, que se extendió por varios días, y alcanzó su pico ayer, con su atípica demanda.
“Por la presente exijo, y lo haré oficialmente mañana, que el Departamento de Justicia analice si el FBI/Departamento de Justicia se infiltró o vigiló la campaña Trump con fines políticos, ¡y si tales demandas o solicitudes fueron hechas por personas dentro de la administración Obama!”, escribió Trump, ayer por la tarde.
Aunque el Departamento de Justicia forma parte del Poder Ejecutivo, la Casa Blanca históricamente ha marcado la línea de mantenerse al margen de las investigaciones federales y el trabajo de los fiscales para garantizar la independencia en la aplicación de la ley. La ofensiva de Trump es atípica no solo porque quiebra con esa tradición –algo que ya hizo antes Richard Nixon–, sino por la particularidad del caso: el presidente dijo que exigirá una investigación sobre su propia campaña.
Trump ha mantenido una relación tirante con el Departamento de Justicia desde que el fiscal general, Jeff Sessions, uno de los republicanos que más temprano se sumó a su campaña, dio un paso al costado de la investigación del Rusiagate al recusarse cuando se supo que había mantenido contactos con el embajador de Putin antes de la elección.
El presidente insistió ayer en denunciar una “cacería de bruzas”, y presionó para que la investigación de Mueller termine lo antes posible. Insistió con una doble estrategia recurrente: sacar del archivo al Emailgate de Hillary Clinton, y acusar al equipo de Mueller –republicano confeso– de ser sesgados y trabajar para la oposición demócrata.
“¿En qué punto esta cacería de brujas que pronto va a costar US$20.000.000, compuesta por 13 demócratas enojados y fuertemente en conflicto, y dos personas que han trabajado para Obama durante 8 años, ¡Parará!?”, escribió Trump. “No han encontrado colusión con Rusia, no hay obstrucción, pero no están mirando la corrupción en la campaña de Hillary Clinton en la que eliminó 33.000 correos electrónicos”, prosiguió, para luego acusarla de recibir dinero cuando era secretaria de Estado, entre otros dardos que le dedicó.