El equipo sale de memoria y la continuidad alimenta el rendimiento
Ledesma rota poco la formación de Jaguares, cuya condición física es clave para el éxito
Lionel Messi, que raramente se pierde un partido, se enoja cada vez que lo sacan de la cancha. LeBron James lideró la temporada regular en minutos jugados por partido y estuvo presente en las 82 fechas que marca el calendario de la NBA; sigue haciendo estragos en los playoffs. Cuándo la acumulación de partidos genera desgaste y cuándo, por el contrario, mejora la condición física, es una línea fina difícil de precisar. Los casos de Messi y LeBron se encuadran en el segundo grupo. El de Jaguares versión 2018, también.
La situación del tucumano Matías Orlando, titular en todos los partidos y que el sábado abandonó la cancha antes del pitazo final por primera vez en la temporada, es emblemática dentro de la generalidad de Jaguares: casi no hay rotación, la formación sale de memoria y aun así juega los 80 minutos con la misma intensidad.
Se llevan disputados 12 partidos de una temporada que entre Jaguares y Pumas tendrá para este plantel entre 28 y 31 encuentros, dependiendo de hasta dónde lleguen en el Súper Rugby. El diagnóstico valedero será el que se realice luego del test-match ante Escocia el 24 de noviembre, el último del año, pero el buen estado físico es una las razones de la explosión del equipo de Mario Ledesma.
En noviembre de 2016, el año de la primera experiencia en el Súper Rugby, los Pumas llegaron a la ventana de noviembre acuciados por las lesiones y agotados físicamente. La campaña pasada se incrementó la rotación de jugadores entre partidos como paliativo. Pero Ledesma asumió con una postura clara: juegan los mejores. Así, sólo en gira les dio un partido de descanso a algunos jugadores, como Tuculet, Creevy o Lavanini. El resto de los cambios a lo largo de la campaña fueron por lesión o, más extrañamente, por alguna cuestión táctica.
La adaptación luego de dos años de aprendizaje, más el trabajo desde enero encabezado por el preparador físico Alex Ross empezó a dar sus frutos. Orlando, Sánchez, Boffelli y Tetaz Chaparro fueron titulares en los 12 encuentros. Bertranou, Creevy, Kremer, Alemanno y Montoya jugaron todos los partidos. Lavanini y Ortega Desio faltaron sólo a uno. La continuidad alimenta el rendimiento.
Además, el equipo tiene variantes. Los que ingresan, cumplen. Delguy volvió a la titularidad y fue una de las figuras. Cancelliere debutó desde el inicio y fue desequilibrante. Medrano se acomodó rápidamente y se transformó en alternativa en un puesto de pilar derecho que lo requiere. Siempre es más sencillo incorporarse a un sistema consolidado.