Mascherano y su última batalla: “Soy un soldado que va directo a morir”
Desde la función que sea, en defensa, en el medio o afuera, el Jefecito se alista para su 4° Mundial, el de la despedida; “Sé que no soy el mismo que hace cuatro años, sé que puedo aportar cosas y que fallo, pero siempre doy lo mejor de mí”
Sus conceptos no suelen pasar de largo. Javier Mascherano lo volvió a dejar en claro ayer, en el predio de la AFA, en Ezeiza. El capitán sin cinta de la selección fue el encargado de hablar durante 40 minutos después de atravesar 24 horas convulsionadas para el plantel tras la desafectación por lesión de Sergio Romero.
Medido, pausado, pensante, el santafecino no esquivó ninguna pregunta: la lista de 23, Jorge Sampaoli, Lionel Messi, su actualidad en China, Barcelona, y, por supuesto, lo que más le importa por estos días: una previa de Rusia 2018 a la que no le faltan contratiempos. “Voy a ayudar desde el lugar que el entrenador crea conveniente. Soy un soldado que va directo a morir, es la última batalla. Dentro o fuera de la cancha, ese es mi rol hoy en día. Toda mi vida me gané todo a pulmón y trataré de ponérselo difícil a Jorge, sea como marcador central o como volante. Acepto el rol que me toque ”.
Con 142 partidos con la camiseta albiceleste y 33 años (cumplirá 34 el 8 de junio), Mascherano está a las puertas de su 4° Mundial. Vivió por y para la Argentina desde las selecciones menores y ahora se siente listo para su último desafío grande. “Es un deporte colectivo, no tomo esto como un reto individual. Será mi última chance y para otros también. Ojalá que podamos estar a la altura de la competencia. Ya vimos en los últimos años que a veces te faltan dos centímetros para ganar una final, son detalles. Lo más importante es mostrar una selección competitiva”.
El cimbronazo tuvo rebote en todo el mundo. Y Mascherano también habló de la repercusión interna tras la salida de Sergio Romero por una lesión. Un resentimiento en la estructura tras la partida de quien custodia el arco argentino desde 2009. “Chiquito es una baja muy sensible para nosotros, no solamente en lo futbolístico, sino también en lo humano. Sergio es el arquero que lleva casi 10 años como titular en la selección, es uno de los jugadores con más partidos en la historia y ahora sufrimos con su salida. Cuando nos tocó despedirlo le deseamos lo mejor en la operación. Eso sí: son cosas del fútbol que le pueden suceder a cualquiera. Ahora nuestros mejores deseos están con Nahuel Guzmán”.
A lo de Romero, se le añade que Lucas Biglia y Gabriel Mercado también llegaron a las prácticas en Ezeiza con algunas dudas físicas. “Sufrimos imprevistos en las últimas semanas, es cierto. Pero eso no implica que para el debut contra Islandia Sampaoli no pueda contar con los 23 jugadores disponibles. Eso sería lo ideal”, expresó.
Mucho se habló en este tiempo acerca de la posición de Mascherano dentro del campo de juego. ¿Marcador central o volante? Las lesiones mencionadas, inclusive, alteraron los planes de Sampaoli en el diagrama final de la nómina. Un detalle: el Jefecito apareció en la lista de 35 apuntado como defensor y luego pasó a la línea de volantes en la de 23.
“Voy a sumar desde el espacio que sea. Nunca me sentí dueño de una posición. El seleccionado te hace rendir examen permanentemente por la calidad de jugadores que hay. Soy de las personas que tratan de sumar desde donde le toque”, dijo. Y agregó: “Tenemos que estar convencidos para hacer lo que dice Jorge. Requiere valentía, riesgos. Es fundamental estar bien de la cabeza y no claudicar ante nada. Eso es lo que él quiere, apunta a estar todo el tiempo convencidos, que esa es la forma y hay que mantenerla siempre. El equipo no puede deformarse como ya nos pasó en varios partidos”, resaltó. “La idea de la Argentina va a ser desde la posesión y evitando las transiciones. Ojalá que podamos controlar todas las facetas del juego. El hecho de exhibir diferentes facetas te convierten en imprevisible. El fútbol es ocupar los espacios, es fundamental. Eso es tratar de organizarse bien y contar con una estructura”.
Para el exjugador de Barcelona será también su primera vez con Franco Armani como compañero. El arquero es una de las caras nuevas de este proceso. “Todavía no conocemos a Franco, pero la mayoría ha estado en alguna convocatoria o un seleccionado juvenil. Es fundamental armar un muy buen grupo, Sampaoli va a necesitar de los 23. En un Mundial los que no juegan son mucho más importantes de lo que la gente cree”.
Anteayer, Mascherano se reencontró con su gran amigo, Lionel Messi. La presencia del astro de Barcelona le genera tranquilidad. “Quizás el hecho de no compartir club con Leo nos hace perder el día a día, pero el contacto permanente lo tenemos. Si está Messi todo es más fácil, siempre va a ser así. De momento no nos alcanzó, pero tampoco estuvimos tan lejos en las finales. Nos superó Alemania y no en el juego, sino en el resultado. El fútbol es muy caprichoso, inentendible. Tenemos en claro que el Mundial no es sencillo, pero contamos con argumentos para competir. Hoy sería un gran error empezar a pensar en la final. El primer partido será crucial para generar confianza y buena dinámica”.
Mascherano aclaró que la concentración en Ezeiza servirá para buscar algo que extraviaron en los últimos meses: confianza. “Hoy no podemos pensar en ser campeones del mundo, precisamos generar un buen clima, juntarnos, conversar. Pero eso no implica que de acá a un mes la realidad sea diferente”.
Con Sergio Agüero y Mascherano a la vanguardia, las primeras caras de los seleccionados empezaron a verse en Ezeiza desde el 15 de mayo, a pesar de que la concentración resultaba optativa. “El hecho de venir a entrenar con antelación no significa nada, antes de un Mundiales lo mínimo que puedo hacer. Y reconozco mi situación: no es la misma que hace cuatro años. Sé que puedo aportar cosas, sé en lo que fallo, pero siempre doy lo mejor de mí y soy responsable del lugar que ocupo. Quiero estar ala altura de la situación ”.
En diciembre de 2017, Mascherano decidió abandonar Barcelona para situarse en el fútbol chino, en Hebei Fortune. “Yo cerré una etapa en Barcelona. Lo de China es todavía un poco raro, pero no tengo dudas ni reclamos internos”, asegura. “No quiero hacer demagogia, sería fácil decir que fui a buscar a China minutos para la selección. Pero estaba claro que en Barcelona se hacía cada vez más difícil jugar. No es fácil irse de un club tan grande. Y sé que me tenían cariño”.
Mascherano reconoció un contacto con el club que lo vio nacer: River. “Hablé con Francescoli, era una opción, pero había que poner dinero y sería caradura de mi parte hacerle poner plata a River. Lo de China no solo me cerraba en lo económico y en ganar minutos de juego, sino que volví a sentirme jugador. Soy feliz jugando al fútbol, no me importa dónde. Me convencí de que era lo mejor”.
Por ahora, tampoco es tiempo de realizar balances para él. Su gran sueño, admite, sería sentarse a pensar en su trayectoria en el seleccionado después del domingo 15 de julio, tal vez en Moscú. “Jamás me imaginé todo el recorrido que tuve con la Argentina. Fue un sueño, algo inimaginable. Pero el análisis lo voy a hacer cuando cierre la etapa. Tengo un mes y medio para realizarlo. Y ojalá que sea de la mejor manera”.