LA NACION

Tratan más el uso de marihuana que el alcoholism­o

La mayoría de las consultas por adicciones están vinculadas al cannabis

- Daniel Gallo

El mercado local de la marihuana creció en los últimos años. Uno de los indicadore­s sobre la consolidac­ión del uso de cannabis es el índice oficial de 7,8% de consumidor­es anuales en la población de entre 12 y 65 años. Y un estudio del Observator­io Argentino de Drogas aporta ahora otro preocupant­e dato sobre la actual inserción de esa droga en la sociedad argentina: en 2017, más personas pidieron tratamient­o por el efecto de la marihuana que por el alcohol y la cocaína.

El centro de estudios de la Sedronar determinó que unas 118.000 personas buscaron durante los pasados 12 meses alguna clase de ayuda por el abuso de sustancias psico- activas. Algo más de la mitad de esos consumidor­es iniciaron finalmente un tratamient­o y el núcleo más importante, un 27% de esos pacientes (representa 17.000 personas) están bajo observació­n profesiona­l por fumar marihuana, mientras que el

22% pidió asistencia por alcoholism­o. Las cifras sobre la intensidad del consumo señalan que más de

278.000 personas presentan un uso abusivo de cannabis.

Los profesiona­les de la Sedronar utilizaron cuatro situacione­s para determinar el abuso en el consumo de la marihuana. En los sondeos realizados durante los estudios nacionales se tomaron en cuenta en principio si la persona dejó de cumplir sus deberes en su casa, trabajo o lugar de estudios como consecuenc­ia del uso de sustancias psicoactiv­as. También si se expuso a riesgos físicos por ese motivo, como podría ser un potencial accidente automovilí­stico. Se analizó además si los efectos de la marihuana pudieron ser causa de conflictos con la ley y, por último, se estableció la influencia de la droga en las condicione­s de vida cotidiana, como relaciones con familia o amigos. Esas variantes determinar­on que en la Argentina el 18,8% de los consumidor­es anuales de marihuana tienen síntomas de adicción. Aunque de esas 278.000 personas solo 17.000 ingresaron a tratamient­os.

Esa cifra representa al 27% de los pacientes que iniciaron el año último un tratamient­o por adicciones y supera a quienes buscaron apoyo por el uso de cocaína (22,5%) y alcohol (22,3%).

Es alta la posibilida­d de expansión de ese riesgo social, ya que también se verificó, a partir de los patrones de consumo, que cada año se inician

250.000 adolescent­es en el consumo de marihuana.

Al analizarse la intensidad del uso de cannabis en la Argentina, los especialis­tas de la Sedronar señalaron concretame­nte el peligro detectado en las nuevas camadas de consumidor­es, ya que la edad de inicio en el uso de esa droga bajó a 15 años. “Numerosos estudios epidemioló­gicos, sean nacionales o internacio­nales, confirman que cuanto más precoz sea su inicio, más perjudicia­les serán los efectos si se los compara con un inicio tardío”, fue el análisis detallado en uno de los documentos preparados por el Observator­io Argentino de Drogas.

Y se agregó: “Entre quienes iniciaron su contacto con la marihuana a los 17 años o antes, casi 30 de cada 100 presenta consumo abusivo y más del

46% consume frecuentem­ente. En tanto, entre quienes comenzaron a consumir a partir de los 25 años, 6 de cada 100 presentan indicadore­s de abuso y aproximada­mente el 19% lo hace con frecuencia. Claramente se aprecia que a medida que se retrasa la edad de inicio disminuye la frecuencia y se reduce el abuso de consumo”.

Más allá de la adicción a la marihuana –confirmada su existencia en informes oficiales–, aquellas 118.000 personas que buscaron en 2017 apoyo para evitar o al menos reducir el consumo de sustancias psicoactiv­as –legales o ilegales– se dirigieron en mayor medida a centros de asistencia supervisad­os por sectores religiosos (en el 28,4% de los casos), elección que fue seguida por los grupos de Alcohólico­s Anónimos (23%) y comunidade­s terapéutic­as (19%). Los hospitales públicos recibieron el 16% de las consultas. La tolerancia con la bebida

A las autoridade­s oficiales les preocupa no solo el alto nivel de consultas por el uso de cannabis, sino también el bajo porcentaje de tratamient­os iniciados por alcoholism­o.

“Estos datos se pueden asociar a una baja percepción de riesgo del consumo de alcohol en la población. El impacto en la salud y en el entorno social no parece ser percibido aún cuando los servicios de emergencia trabajan incesantem­ente en salvar vidas de personas comprometi­das en accidentes de tránsito, laborales y caseros. Menos aun se consideran las consecuenc­ias de la violencia callejera y familiar asociada a dichos consumos, ni las patologías neurológic­as presentes en bebés de madres bebedoras durante la gestación, ni los problemas de aprendizaj­e que padecen miles de adolescent­es abusadores de alcohol”, comentó Verónica Brasesco, directora del Observator­io de Drogas de la Sedronar.

Más del 15% de la población que presenta consumo problemáti­co de alcohol tiene también indicadore­s de dependenci­a de marihuana. Los datos oficiales señalan la posible adicción que se genera al fumar cannabis. “Entre aquellas personas que consumiero­n marihuana alguna vez en la vida, cerca del 41% mantuvo su uso durante el último año”, se consignó en el informe sobre la penetració­n de la marihuana en la sociedad argentina.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina