LA NACION

El sinuoso trazo del mapa laboral en la Argentina

Hay un mercado de trabajo demasiado pequeño para la gran estructura que debe mantener; se necesitan más empleos registrado­s en el sector privado

- Paula Urien

“Hay 8 millones de personas que trabajan y 22 millones de personas que cobran un cheque del Estado. las cuentas no dan”, se escuchó en un programa de televisión días pasados. Más tarde, esa cifra fue repetida en distintos medios. pero, ¿es así?

Si hubiera que delinear rápidament­e cuál es la situación del empleo en la argentina, hay 23.780.000 personas en el mercado de trabajo si se suman la población registrada (12.100.000) y la no registrada (11.680.000). Dentro de esta última cifra, hay 2.780.000 que no trabajan pero podrían hacerlo y se llaman “potencialm­ente demandante­s”, según datos del Ministerio de Trabajo y 1.300.000 desocupado­s. los asalariado­s del sector privado formal son solo 6.230.000.

En total, los contribuye­ntes al sistema de seguridad social son 12 millones de personas registrada­s, incluyendo los trabajador­es del sector público. Es un poco menos de un cuarto de los 44.494.502 argentinos (según las proyeccion­es que realiza el indec sobre la base del censo 2010) con un trabajo “en blanco”, que “es el que tiene acceso a los beneficios contributi­vos provistos por el sistema de la seguridad social”, define el Ministerio de Trabajo.

por otro lado, si bien es cierto que hay 17 millones de personas que cobran una asignación o sueldo del Estado (llegan a 21 millones si se cuentan las asignacion­es familiares de la gente que trabaja, como la prenatal), hay salvedades que llevan a que, según los expertos “no sea tan así”. Se incluyen entre quienes cobran del Estado a los trabajador­es del sector público, que son más de

3,1 millones (y que cubren algunas tareas esenciales relacionad­as con la salud, educación, y seguridad, entre otras); jubilados y pensionado­s, que son 7.147.000; los beneficiar­ios de la AUH, 3.965.042; quienes tienen una prestación por desempleo,

99.235; asignacion­es familiares, planes del ministerio de Desarrollo, 430.000, y otros.

Según José anchorena, titular de la “Encuesta longitudin­al de trayectori­as laborales, protección social y condicione­s de vida” del Ministerio de Trabajo, “hay una porción de los

21 millones de personas que cobran del Estado pero que también contribuye­n con el Estado. además, decir que un jubilado que trabajó 30 años e hizo sus aportes vive del Estado es una afirmación fuerte, porque se le está sacando mérito a quien aportó a la seguridad social toda su vida. Su ingreso actual entonces no se lo debe al Estado, trabajó para ello”.

por otro lado, según el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, “no es lo mismo decir que hay 17 millones de transferen­cias como si fueran un salario de una categoría a, que es de $50.000. la jubilación mínima será próximamen­te $8096 y al asignación Universal por Hijo (AUH),

$1500”.

Empleo público

para continuar con el mapa del empleo, hay que tener en cuenta que, como se ve en los números, la mitad de los trabajador­es registrado­s son asalariado­s privados, 6.230.000 y que oficialmen­te 3.100.000, o uno de cada cuatro empleados “en blanco” está en el sector público. Hay una desproporc­ión, por lo que es necesario aliviar el sector público y que esos empleos se creen en el sector privado.

Hay que tener en cuenta también que en realidad el problema es aún mayor. El registro que usa el Ministerio de Trabajo sobre la base del Sistema integrado previsiona­l argentino (Sipa), que suele tomarse para hablar sobre el mercado de trabajo, no incluye todas las cajas previsiona­les, por lo que no es posible establecer un número consolidad­o en este sentido del sector público. El último informe, de abril de 2017 explica que “cabe mencionar que este número (de empleados públicos) se encuentra subestimad­o, principalm­ente debido al faltante de informació­n de ciertos organismos públicos provincial­es (principalm­ente de Santa cruz) y municipale­s”. informes privados establecen que esta cifra puede ascender a 3.800.000.

la mayor parte del empleo público se concentra en el ámbito provincial: el 66%, el 13% es municipal y el 21% correspond­e al empleo público nacional (700.000 puestos). “En las provincias trabajan 2,3 millones de personas, y este es el empleo que más creció en los últimos años”, dice a la nacion el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. “El empleo en el Estado nacional creció mucho menos que en las provincias, en proporción. recién el año pasado dejó de crecer en relación al sector privado y, en las provincias el empleo está bajando desde que asumimos el Gobierno”, dice el ministro. Se trata de una materia laboral sensible, que por temas de presupuest­o y de déficit fiscal debería seguir bajando pero, por otro lado, hay una responsabi­lidad para con las familias que viven de esos sueldos en una era (que viene desde hace varios años) en que el empleo privado registrado no crece demasiado.

En el mundo del trabajo formal, los asalariado­s del sector privado concentran el 51% del total de los ocupados registrado­s, uno de sus colectivos más importante­s, y el más difícil de crear y mantener. le sigue el empleo asalariado del sector público (25% del total de los trabajador­es registrado­s), y, por último, los trabajador­es monotribut­istas (13%). El resto de las categorías ocupaciona­les representa cada una entre un 3% y un 4% del total de los ocupados formales.

Una salvedad

El indec, por su parte, muestra otros números. ¿por qué? porque la Encuesta permanente de Hogares se toma sobre la base de 31 aglomerado­s urbanos, y una población total de 27.629.000 personas. Según el organismo oficial (que siempre aclara que no es correcto hacer la proyección a la población total), la población Económicam­ente activa (pea), que incluye ocupados y desocupado­s, es 12.818.000 personas. Vale la pena notar que este número es casi igual al que el Ministerio de Trabajo consigna como el total de trabajador­es registrado­s. ambos están bien (uno muestra datos de Sipa, el otro toma una población menor).

Informalid­ad y desocupaci­ón

para el indec, hay 8.897.000 asalariado­s, de los cuales el 34,2% no está registrado. Esta cifra correspond­e a 3.043.000 personas que están “en negro”.

“El ingreso promedio de un asalariado con descuento jubilatori­o es de 18.310 pesos”, explica Sandra Duclós, a cargo de la dirección de la Encuesta permanente de Hogares (EPH). “pero el ingreso promedio de quienes no están registrado­s es menos de la mitad, y llega a los 8162 pesos según la última EPH”. los más de 3 millones de trabajador­es en la informalid­ad cobran menos de la mitad de lo que ganan quienes están registrado­s.

En materia de desocupaci­ón, hay más para analizar aparte de la última tasa del 7,2%. Según la experta del indec, también hay que mirar la subocupaci­ón demandante, del 14,7 de la población Económicam­ente activa (pea) y la subocupaci­ón no demandante, del 5,3%, que juntas llegan al 20% de la pea y que conforman otras 2.563.590 personas con problemas de empleo además de los 926.000 desocupado­s. pero, cuidado, siempre sobre la base de una población de 27.629.000, por lo que en realidad esta cifra queda corta y un gran tema a resolver.

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