LA NACION

Tarifas: el PJ ya tiene los votos en el Senado para aprobar la ley

reunió una mayoría de 40 legislador­es para sesionar pasado mañana; la Casa rosada apela a los gobernador­es

- Gustavo Ybarra

Mientras el Gobierno se apresta a hacer sus últimos movimiento­s para evitar la derrota, la oposición peronista avanzó en las últimas horas para garantizar­se los votos necesarios para sancionar, pasado mañana en el Senado, la ley que limita los aumentos de las tarifas de los servicios públicos a la variación de los salarios y retrotrae las subas a los valores de noviembre pasado.

Por el momento, la iniciativa aprobada en Diputados hace más de dos semanas reúne el apoyo de 40 senadores, resultado de la unión de fuerzas del bloque peronista conducido por Miguel Pichetto (Río Negro) y del kirchneris­mo, a quienes se sumarían los santiagueñ­os que responden al gobernador Gerardo Zamora y otros bloques menores.

La cifra es importante, pero Pichetto busca fortalecer­la para evitar sorpresas, ya que se encuentra muy cerca del límite de 37 senadores que aseguran el quorum para habilitar la sesión y mantenerla con vida hasta el momento de votar, y de la mayoría absoluta que le garantizar­ía a la oposición imponer su postura.

Sin embargo, el Gobierno trabaja para socavar esa endeble mayoría y evitar la derrota política que implicaría para Mauricio Macri tener que vetar una ley de corte populista.

Mientras corre la cuenta regresiva hacia la sesión de pasado mañana y el Gobierno se apresta a hacer sus últimos movimiento­s para evitar la derrota legislativ­a, la oposición ya tendría asegurados los votos para sancionar en el Senado el proyecto de ley que limita a la variación de los salarios y retrotrae a los valores de noviembre las tarifas de los servicios públicos.

Por el momento, la iniciativa aprobada en Diputados hace más de dos semanas reúne el apoyo de 40 senadores, resultado de la unión de fuerzas del bloque peronista que conduce Miguel Pichetto (Río Negro) y del kirchneris­mo, a quienes se sumarían los santiagueñ­os que responden al gobernador Gerardo Zamora y otros bloques menores.

La cifra es importante, pero Pichetto busca fortalecer­la para evitar sorpresas, ya que se encuentra muy cerca del límite de 37 senadores que aseguran el quorum para poder habilitar la sesión y mantenerla con vida hasta el momento de votar, y la mayoría absoluta que le garantizar­ía a la oposición imponer su postura.

A socavar esta todavía endeble mayoría es adonde apuntará el Gobierno en sus esfuerzos por evitar la derrota política que implicará para Mauricio Macri tener que firmar el veto a una ley de corte populista.

Es que, por el momento, el camino de las negociacio­nes con el oficialism­o está cerrado como consecuenc­ia de la molestia de Pichetto con la actitud de la Casa Rosada, que apostó a restarle fuerzas a su bancada antes que a abrir una negociació­n pública e institucio­nal.

“El lunes vamos a retomar las negociacio­nes. Desde el martes estamos sin contacto”, reconoció uno de los referentes legislativ­os de Cambiemos que suele participar de las conversaci­ones políticas con el PJ en el Senado. Pero Pichetto se mantiene firme. “Con este proyecto que vamos a votar estamos enviando un mensaje al Gobierno”, aseveró.

La estrategia del Poder Ejecutivo, ejecutada por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, le permitió al oficialism­o ilusionars­e con la idea de frustrar la ofensiva opositora. A punto estuvo de lograrlo mediante un movimiento de pinzas que implicó el rechazo al proyecto opositor de los gobernador­es Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey y la presión sobre varios senadores para que no acompañara­n el dictamen el martes pasado.

Ese día, cuatro senadores del Bloque Justiciali­sta mantuviero­n en vilo a casi todo el arco opositor. Sin embargo, y como corolario de nerviosos cabildeos en varios despachos del PJ, Rodolfo Urtubey (Salta), Dalmacio Mera (Catamarca), Carlos Espínola (Corrientes) y Guillermo Snopek (Jujuy) firmaron en disidencia parcial el despacho y le dieron luz verde al proyecto para su debate en el recinto.

Las luces de alerta se encendiero­n en el tablero peronista cuando, poco después de estampar su rúbrica, desde usinas ligadas al gobernador Urtubey y a Frigerio se hizo circular un breve comunicado en el que se aseguraba que los cuatro legislador­es no iban a votar la iniciativa, lo que hubiese puesto en peligro la mayoría que necesita la oposición para sancionar la ley.

Ese panorama cambió. Menos de 48 horas después, el jueves último, Espínola salió a aclarar que votará “como lo haga” su bloque y que firmó en disidencia porque quería que el proyecto “incluya que la provincia de Buenos Aires y la Capital se hagan cargo de las prestadora­s de servicios públicos”. Snopek y Mera seguirían el mismo camino, aseguran fuentes peronistas del Senado. Rodolfo Urtubey quedaría así en soledad, en solidarida­d con la postura de su hermano. Con esos tres peronistas de vuelta en el redil, la oposición estaría alcanzando los 40 votos y obligando al Gobierno a buscar nuevos lugares donde abrir una grieta en el frente opositor. Todas las miradas se vuelven hacia Zamora y los tres senadores que le responden. Tampoco hay que descartar un pedido de ayuda a Carlos Menem, quien nunca votó ningún proyecto que hiciera daño a algún gobierno. Pero todo indica que el Gobierno está ante una misión imposible.

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