Un colapso que deja dudas
El gobierno populista colapsó antes de nacer por culpa de Mattarella, que le puso el veto a un ministro de Economía euroescéptico, por el bien de Italia? ¿O por culpa de Matteo Salvini, el líder de la xenófoba Liga, que maniobró para que esto ocurriera, porque sabe que acusando ahora al establishment financiero por el fracaso arrasará en las elecciones anticipadas?
Es la pregunta que se hacen muchos analistas políticos en estas horas de frenesí y caos, en las que difícilmente el economista Carlo Cottarelli –convocado por Mattarella– podrá tener en el Parlamento los números para formar un gobierno técnico. Se sospecha que Salvini insistió contra viento y marea en querer “a muerte” al economista Paolo Savona para provocar el aborto del gobierno junto al M5E antes de su nacimiento. Salvini jura que estaba listo para asumir como ministro del Interior y listo para, desde allí, expulsar y frenar la “invasión” de inmigrantes que padece Italia. Pero se sabe que en realidad se sentía en un callejón sin salida en un gobierno junto a una fuerza tan distinta como el M5E. Ahora apunta a duplicar el 17% de los votos obtenidos en las elecciones de marzo pasado.
Ya inmerso en una nueva campaña electoral Salvini, al denunciar el no de Mattarella a Savona, se mostró como un “héroe” que hizo de todo para defender su candidato. Y reiteró sus conceptos soberanistas de “primero los italianos” y en contra de los dictados de la Unión Europea. “Mattarella no me representa: ha representado el interés de otros países, no de los italianos”, clamó el líder de la Liga. “Somos una colonia alemana o francesa, somos un país ocupado a nivel financiero por los burócratas de Bruselas”, lanzó. Palabras llenas de demagogia que reforzarán a Salvini en los sectores más golpeados por la crisis económica.