Las provincias, en estado de alerta por el acuerdo con el FMI
Estiman que, tras pactar con el Fondo, el gobierno nacional buscará reducir los giros no automáticos
Mientras el Gobierno repite que el detalle de cómo se hará el recorte para cumplir con las metas que imponga el FMI se conocerá recién cuando el acuerdo esté sellado, los gobernadores esperan en estado de alerta. Ya saben que parte del ahorro saldrá de sus arcas. Y se preparan para negociar.
El botín en juego es varias veces millonario. El flujo de fondos entre la Nación y las provincias se compone de dos grandes rubros: las transferencias automáticas, previstas por ley, y las que dependen de decisiones discrecionales del Poder Ejecutivo. En el primer cuatrimestre del año pasado, por esas dos vías, el Gobierno remitió a los distritos un total de $251.932 millones ($215.718 millones de transferencias automáticas y $36.215 millones de envíos no automáticos). Entre enero y abril de este año, esa masa creció un 35%. En el primer cuatrimestre de 2018 las provincias recibieron un total de $340.823 millones ($304.787 millones en transferencias automáticas).
En todos los casos se trata de recursos que en los registros contables de la Nación ya figuran como enviados a las provincias, pero que no necesariamente llegaron todavía a su destino.
Las transferencias automáticas se componen de los montos que fija la ley de coparticipación y el Fondo Federal Solidario, o “fondo sojero”. Las no automáticas incluyen las transferencias corrientes y de capital, fondos para educación y cultura, vivienda, seguridad social, salud, promoción social, relaciones interiores, agua potable, transporte y agricultura.
El mapa de las transferencias de la Nación a las provincias se completa con los aportes del Tesoro nacional (ATN), sumas también discrecionales que, sin embargo, pueden tener solo dos destinos: atender emergencias climáticas y desequilibrios financieros.
Desde que Mauricio Macri llegó al poder bajaron las transferencias discrecionales y aumentaron las automáticas, un cambio respecto de años anteriores y, sobre todo, del kirchnerismo, que la Casa Rosada destaca a su favor cada vez que puede. “Estamos dando mayor previsibilidad y achicando el margen de discrecionalidad en la relación con las provincias”, repiten en el Ministerio del Interior.
En rigor, el mayor porcentaje de aumento de las transferencias automáticas se explica por la devolución del 15% de coparticipación que la Nación retenía para derivar a la Anses.
Con la negociación con el FMI en marcha, el Gobierno dejó trascender que el ajuste no se hará sobre el presupuesto social (jubilaciones y AUH, entre otras). “El detalle del recorte del gasto no está porque todavía no sabemos cuáles son las metas de déficit para este año y el que viene. Cuando tengamos esa hoja de ruta, vamos a sentarnos con cada gobernador y analizar su situación en particular. No vamos a tomar decisiones generales”, dijeron a la nacion fuentes oficiales.
¿Por dónde podría pasar la poda entonces? Más allá del silencio oficial, los gobernadores no tienen dudas de que el Gobierno echará mano de las transferencias no automáticas, envíos que dependen de la voluntad del Poder Ejecutivo y que son los únicos en los que podrían hacerse recortes sin mayores dificultades, más allá de su costo político. Reducir los envíos automáticos, en cambio, requeriría modificar leyes, un camino que exige consensos que la Casa Rosada no conseguiría si se trata de recortar fondos para las provincias.
Recortes
Los últimos datos oficiales disponibles muestran que la mayoría de las provincias ya sufrieron recortes en las transferencias no automáticas.
Un informe del Ministerio del Interior, que comanda Rogelio Frigerio, muestra caídas en las transferencias discrecionales en 16 distritos en el primer cuatrimestre. Los recortes van del 2% (de 7228 a 7075 millones de pesos) en la provincia de Buenos Aires hasta el 42% (de 1421 a 828 millones de pesos) en San Juan.
Las provincias más afectadas por las reducciones en los envíos discrecionales dan cuenta de demoras en las transferencias para la construcción de obras, en particular, de viviendas. Es el caso de La Pampa, que entre el primer cuatrimestre del año pasado y el mismo período de este año recibió $447 millones. Como contrapartida, en el mismo período, la provincia que gobierna Carlos Verna recibió $1350 millones adicionales, un 39% más, de fondos automáticos.
En el otro extremo de la tabla, las provincias más beneficiadas por los envíos discrecionales son la ciudad de Buenos Aires, que recibió $1340 millones, una suba del 60%, y Córdoba, con un salto del mismo porcentaje: pasó de recibir $2340 millones en el primer cuatrimestre de 2017 a $3747 millones este entre enero y abril de este año.