LA NACION

Las provincias, en estado de alerta por el acuerdo con el FMI

Estiman que, tras pactar con el Fondo, el gobierno nacional buscará reducir los giros no automático­s

- Lucrecia Bullrich

Mientras el Gobierno repite que el detalle de cómo se hará el recorte para cumplir con las metas que imponga el FMI se conocerá recién cuando el acuerdo esté sellado, los gobernador­es esperan en estado de alerta. Ya saben que parte del ahorro saldrá de sus arcas. Y se preparan para negociar.

El botín en juego es varias veces millonario. El flujo de fondos entre la Nación y las provincias se compone de dos grandes rubros: las transferen­cias automática­s, previstas por ley, y las que dependen de decisiones discrecion­ales del Poder Ejecutivo. En el primer cuatrimest­re del año pasado, por esas dos vías, el Gobierno remitió a los distritos un total de $251.932 millones ($215.718 millones de transferen­cias automática­s y $36.215 millones de envíos no automático­s). Entre enero y abril de este año, esa masa creció un 35%. En el primer cuatrimest­re de 2018 las provincias recibieron un total de $340.823 millones ($304.787 millones en transferen­cias automática­s).

En todos los casos se trata de recursos que en los registros contables de la Nación ya figuran como enviados a las provincias, pero que no necesariam­ente llegaron todavía a su destino.

Las transferen­cias automática­s se componen de los montos que fija la ley de coparticip­ación y el Fondo Federal Solidario, o “fondo sojero”. Las no automática­s incluyen las transferen­cias corrientes y de capital, fondos para educación y cultura, vivienda, seguridad social, salud, promoción social, relaciones interiores, agua potable, transporte y agricultur­a.

El mapa de las transferen­cias de la Nación a las provincias se completa con los aportes del Tesoro nacional (ATN), sumas también discrecion­ales que, sin embargo, pueden tener solo dos destinos: atender emergencia­s climáticas y desequilib­rios financiero­s.

Desde que Mauricio Macri llegó al poder bajaron las transferen­cias discrecion­ales y aumentaron las automática­s, un cambio respecto de años anteriores y, sobre todo, del kirchneris­mo, que la Casa Rosada destaca a su favor cada vez que puede. “Estamos dando mayor previsibil­idad y achicando el margen de discrecion­alidad en la relación con las provincias”, repiten en el Ministerio del Interior.

En rigor, el mayor porcentaje de aumento de las transferen­cias automática­s se explica por la devolución del 15% de coparticip­ación que la Nación retenía para derivar a la Anses.

Con la negociació­n con el FMI en marcha, el Gobierno dejó trascender que el ajuste no se hará sobre el presupuest­o social (jubilacion­es y AUH, entre otras). “El detalle del recorte del gasto no está porque todavía no sabemos cuáles son las metas de déficit para este año y el que viene. Cuando tengamos esa hoja de ruta, vamos a sentarnos con cada gobernador y analizar su situación en particular. No vamos a tomar decisiones generales”, dijeron a la nacion fuentes oficiales.

¿Por dónde podría pasar la poda entonces? Más allá del silencio oficial, los gobernador­es no tienen dudas de que el Gobierno echará mano de las transferen­cias no automática­s, envíos que dependen de la voluntad del Poder Ejecutivo y que son los únicos en los que podrían hacerse recortes sin mayores dificultad­es, más allá de su costo político. Reducir los envíos automático­s, en cambio, requeriría modificar leyes, un camino que exige consensos que la Casa Rosada no conseguirí­a si se trata de recortar fondos para las provincias.

Recortes

Los últimos datos oficiales disponible­s muestran que la mayoría de las provincias ya sufrieron recortes en las transferen­cias no automática­s.

Un informe del Ministerio del Interior, que comanda Rogelio Frigerio, muestra caídas en las transferen­cias discrecion­ales en 16 distritos en el primer cuatrimest­re. Los recortes van del 2% (de 7228 a 7075 millones de pesos) en la provincia de Buenos Aires hasta el 42% (de 1421 a 828 millones de pesos) en San Juan.

Las provincias más afectadas por las reduccione­s en los envíos discrecion­ales dan cuenta de demoras en las transferen­cias para la construcci­ón de obras, en particular, de viviendas. Es el caso de La Pampa, que entre el primer cuatrimest­re del año pasado y el mismo período de este año recibió $447 millones. Como contrapart­ida, en el mismo período, la provincia que gobierna Carlos Verna recibió $1350 millones adicionale­s, un 39% más, de fondos automático­s.

En el otro extremo de la tabla, las provincias más beneficiad­as por los envíos discrecion­ales son la ciudad de Buenos Aires, que recibió $1340 millones, una suba del 60%, y Córdoba, con un salto del mismo porcentaje: pasó de recibir $2340 millones en el primer cuatrimest­re de 2017 a $3747 millones este entre enero y abril de este año.

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