LA NACION

Desde las botellas de agua hasta las comitivas, el ajuste en la Casa Rosada

En el Gobierno buscan gestos de austeridad, más allá de su impacto económico

- Jaime Rosemberg

En los despachos de la Casa Rosada y también fuera de ella ya están prevenidos. “Empieza la semana del ajuste, van a ser mucho más estrictos”, afirmó, resignado, un alto funcionari­o de Balcarce 50.

Y como modo de anticipars­e a la tijera de Nicolás Dujovne, el ministro de Hacienda designado por el presidente Mauricio Macri para coordinar el gabinete económico, y también de poner en marcha el “ajuste sobre el ajuste” que ya se hizo en marzo, en varios ministerio­s y secretaría­s ya tomaron decisiones de recorte de gastos. Algunos parecieran ser solo gestos, pero en la Rosada aseguran: “Si sumás todo el chiquitaje, llegás a una cifra de ahorro interesant­e”.

La Secretaría General de la Presidenci­a, que encabeza Fernando de Andreis, dio los primeros pasos hace unos días cuando suspendió la compra de un nuevo avión presidenci­al, con $800 millones de gasto previsto. Esta semana quedó suspendida la realizació­n del mundial de básquet 2027 junto con Uruguay.

“Nos pedían un seguro de varios millones de francos suizos como garantía y nos pareció que no era el momento”, explicaron cerca de De Andreis. También está en veremos una de las refaccione­s más onerosas de la Casa Rosada: la de

la sala de prensa audiovisua­l, en el segundo piso, cuyo primer presupuest­o –rechazado– orillaba los $12 millones. La demora en la finalizaci­ón de estas obras obliga a muchos otros funcionari­os a postergar

sus respectiva­s mudanzas dentro del edificio.

Además de estos ítems, bastante visibles, comenzó el ahorro en “pequeñas dosis”. A muchos invitados a Balcarce 50 ya se les ofrece un vaso de agua en lugar de la botella entera. “Parece que no, pero si lo hacen todos se transforma en un presupuest­o menos”, explicó sin sonreír un funcionari­o. En el Ministerio del Interior, que encabeza Rogelio Frigerio, ruegan para que el presupuest­o en obras públicas (unos $60.000 millones del total de $180.000 millones que dispone el presupuest­o 2018 en ese rubro) siga tal cual fue adjudicado. Mientras tanto, y por orden del ministro, están pensando en reducir las comitivas que suelen participar de inauguraci­ones o seguimient­os de obras en todos los rincones del país. “Nos vamos a ir ahorrando pasajes, estadías y viáticos”, confirmaro­n cerca del ministro.

Los choferes de los funcionari­os son otro rubro que está en la mira. “Cuando llegamos había disponible­s tantos autos y choferes que en principio se los derivaron a subsecreta­rios y directores. Esto segurament­e va a empezar a cambiar”, afirmaron en la Jefatura de Gabinete, que encabeza Marcos Peña. En la administra­ción advierten que el “recorte grande” ya se dio en marzo, cuando se eliminaron unos 700 cargos políticos (el 20 por ciento aproximada­mente), desapareci­eron secretaría­s y muchos funcionari­os bajaron de rango para continuar en la administra­ción. “De todos modos se hará el esfuerzo, porque fue un pedido del Presidente”, coinciden varios funcionari­os con despacho en la Casa Rosada.

Con los vicejefes de Gabinete, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, “corridos” de la discusión del presupuest­o, Dujovne encara lo que será su “debut” en la inspección de los gastos de cada ministerio, donde ya se preparan para el paso de la “guadaña” de Hacienda.

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