Esperan que más familias puedan acceder al beneficio
Por desconocimiento o trabas administrativas, todavía hay muchos chicos porteños que no lo cobran
Las familias de estos niños son claves para sacarlos adelante. Rosana Caamaño es la madre de Andrea Soledad Melo, asesinada en febrero de 2013 por su marido y padre de sus dos hijos, Maximiliano Gastón Giujuza. Desde ese momento quedó a cargo de sus nietos y, junto a su esposo, tiene la guarda definitiva de los menores. En enero de este año, fue otra de sus hijas quien le avisó de la existencia de la ley Brisa en la ciudad de Buenos Aires. A los pocos días, Rosana se inscribió y en marzo comenzó a cobrarla: “Pude comprarles camas nuevas a los chicos y ropa”, destaca. Son una de las cuatro familias que se inscribieron, pero al menos hay 50 chicos más que podrían acceder y aún no lo hicieron.
El factor emocional
“En definitiva, los chicos son lo único que les queda de esas hijas que perdieron. Esos abuelos o tíos llevan adelante esta situación absolutamente desde el amor”, sostiene Florencia Vavassori, coordinadora de psicólogas de La Casa del Encuentro. Por eso, acceder a la cobertura de la ley Brisa va más allá de lo económico, se busca además garantizar la integridad física y la posibilidad de un respaldo psicológico.
Sandra Schaefer está a cargo de sus sobrinos. Su hermana, Claudia Schaefer, fue asesinada de 74 apuñaladas por Fernando Farré en un country de Pilar, en 2015. Para ella, “es muy importante que se pueda dar algún amparo y acompañamiento desde lo emocional y psicológico”, porque destaca que, “lamentablemente, el desamparo es considerable debido a que los juzgados están colapsados y no cuentan con un equipo técnico que logre cubrir esta necesidad como corresponde”. En ese sentido, Sandra sostiene que “es importante esta reparación ya que, ante un hecho de estas características, los niños y quienes los acogen se encuentran en una situación muy difícil”.
En su caso, hizo el trámite en febrero y, si bien aún no se hizo efectivo el cobro, en breve contará con esta ayuda. “Es más que bienvenida”, resalta.