TC: Ford celebró con Werner, pero la ventaja se perdería
La marca, que logró el 1-2 en Concordia, está a punto de sufrir un retoque reglamentario
CONCORDIA.– Con sol o con lluvia, el clima no se impone como un condicionante para que Mariano Werner festeje una victoria cuando el Turismo Carretera visita el autódromo Parque. Ganó en la inauguración, hace cuatro años, bajo el agua; repitió ayer, bajo un cielo celeste y una temperatura primaveral. El éxito, en la sexta presentación de la categoría en la temporada, refrendó la supremacía que enseñaron los usuarios Ford en las pruebas de clasificación, las que dominó Matías Rossi, que registró un nuevo récord para el trazado de 4800 metros; además, fue el corte de una racha negativa de poco más de ocho meses sin festejos de la marca con más títulos en el TC. Para Werner, que inició 2018 con un segundo puesto en la apertura, en Viedma, el triunfo lo señala como el mejor representante del Óvalo en el campeonato: con 156,5 puntos se posicionó sexto, a 57,5 unidades del puntero Jonatan Castellano (Dodge), una distancia que lo desafiará a elevar un poco más la vara, porque el reglamento técnico sufriría, a partir de la próxima fecha, en dos semanas, en Termas de Río Hondo, un nuevo retoque, con el objetivo de ajustar la diferencia que demuestran Ford y Dodge, desde hace tres competencias.
“Arriesgamos en todo momento, no se pude desperdiciar puestos ni oportunidades. Nunca especulamos, más allá de lo que se dice del reglamento, y eso es bueno para el automovilismo. analiza Werner, que con la victoria en Concordia suma 11 triunfos en 155 carreras en Turismo Carretera. “Personalmente, nunca toqué timbre para que le dieran más al Ford. Pero a comienzo de año estábamos en desventaja y ahora, no hay que ser ciego, estamos un poco pasados. No sé si tanto en el ritmo de carrera, porque en la serie los últimos giros de Agustín Canapino fueron mejores que los míos y en la final tenía un auto muy competitivo. Se refleja más en clasificación, por eso hubo varios autos de la marca en los primeros puestos en las últimas clasificaciones”.
Ganar era una imposición para Ford, que no festejaba desde septiembre del año pasado, cuando Emanuel Moriatis lo hizo en La Pedrera. Se lo hizo sentir Werner a De Benedictis, que largó desde la pole la final y debió contentarse con el segundo puesto, su mejor resultado de los últimos cinco años; el necochense compite con el auto de su amigo Mauro Giallombardo, que se recupera de un accidente desde hace más de nueve meses. “La largada y el relanzamiento, después del ingreso del Auto de Seguridad, fueron apretadas con Johnnito [De Benedictis]. En la primera él me dejó entrar y en la otra quedamos en un lugar ciego de la pista y nos rozamos. Volvimos a encontrar el ritmo del auto, aunque Matías Rossi es el candidato de la marca. Sin Matías, el resto no está tan desparejo”, analizó el paranaense.
El accidente de Rossi, en la primera serie, causó estupor. Su auto quedó cruzado en la pista, consecuencia de una maniobra peligrosa que ensayó Valentín Aguirre, pista y, tras recibir el impacto en la puerta del piloto, de parte de Lionel Ugalde, dio un salto que hizo silenciar al público. El choque lateral es uno de los golpes más temidos en el automovilismo. “Es la primera vez que me dan un golpe lateral, estoy un poco shockeado. “La actitud de largada [de Aguirre] me molesta, hubo mala intención: no respetó la condición de pole. Aceleraba y frenaba, largó medio auto adelantado. Me deja muy caliente, las deslealtades me ponen muy mal”.
Un exhausto Canapino, que después de liberarse de Facundo Ardusso no tuvo resto para ir a perseguir a los usuarios de Ford, fue contundente: “Quise correrlos, pero fue imposible. Era lo máximo a lo que podíamos aspirar. Les sobra, está más que claro. Ni a ellos les debe gustar ganar con tanta facilidad”.