Ricciardo es el nuevo príncipe de Mónaco
El australiano ganó una carrera muy singular, con un auto en problemas; para Hamilton y Alonso fue un día muy aburrido
MONACO.– Pese a sufrir problemas mecánicos en la segunda mitad de carrera con su Red Bull, el australiano Daniel Ricciardo completó un fin de semana perfecto al ganar el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco por delante del alemán Sebastian Vettel y el británico Lewis Hamilton, una carrera que a juicio del británico fue “extremadamente aburrida”.
Ricciardo lo hizo todo. Ganó los tres entrenamientos entre viernes y sábado, se quedó con las tres etapas de la clasificación para obtener la pole y concluyó su tarea con una victoria en la que solo perdió la punta cuando realizó su única parada en boxes. Fue la segunda victoria de la temporada para el australiano y la séptima de su carrera.
Sin embargo, no estuvo exenta de sufrimiento por unos problemas que sufrió en su coche, que perdió un cuarto de la potencia de su motor. “Pensaba que mi carrera se había terminado”, dijo emocionado tras la competencia. “Hemos tenido muchos problemas”, agregó, tras reconocer que en el final no podía utilizar las últimas dos marchas de la caja de velocidades: solo podía cambiar hasta la sexta marcha.
Con todo eso, el triunfo supuso además una revancha para Ricciardo tras perder una gran oportunidad en el mismo circuito en 2016. “Finalmente hemos conseguido la redención aquí”, celebró aliviado tras regalar un triunfo a Red Bull en la carrera 250 de la escudería en la Fórmula 1.
Aunque su ritmo cayó dramáticamente en el giro 28, cuando todavía quedaban 50 vueltas de carrera, su escolta, Sebastian Vettel (Ferrari) nunca pudo encontrar un hueco para atacarlo. Como consecuencia de eso, mientras los cinco primeros giraban en apenas ocho segundos en la vuelta 41, el último de la carrera, el canadiense Lance Stroll, calzaba los neumáticos hiperblandos en su Williams y corría cuatro segundos más rápido que los punteros.
“Ha sido una carrera complicada. Creo que Daniel encontró las respuestas en cada momento”, analizó Vettel. “No tenía mucha confianza en mis neumáticos, por eso no pude presionar más”.
La duración de los neumáticos de rango blando que el proveedor italiano llevó a la carrera produjo mucha inquietud en los pilotos, que intentaban hacerlos durar. “Estuvimos a ritmo crucero desde la sexta vuelta, literalmente dando vueltas. No era realmente una carrera”, opinó Hamilton. “Fue intensamente aburrida”, aseguró. Los cinco primeros de la carrera llegaron en la posición en que habían partido.
Para Fernando Alonso, que abandonó cuando era séptimo, “fue probablemente la carrera más aburrida de la historia de la Fórmula 1”.