Abramovich ahora es israelí para seguir sus negocios en Londres
Gran Bretaña no le renovó la visa por la crisis diplomática con Rusia
TEL AVIV.– Como coletazo del grave conflicto diplomático entre Rusia y Gran Bretaña por el envenenamiento de un exespía ruso en Londres, el multimillonario Roman Abramovich optó por adoptar la ciudadanía israelí para poder regresar a la capital británica donde es dueño del club Chelsea.
La semana pasada, Abramovich no pudo estar en el estadio de Wembley cuando su equipo obtuvo la octava copa de Inglaterra frente al Manchester United debido a que todavía no le habían renovado su visado británico que caducó hace un mes. Siendo ahora ciudadano israelí, podrá entrar en territorio británico sin visa.
Aunque las autoridades británicas no reconocieron que se le haya negado la renovación del visado a Abramovich, lo cierto es que estaba demorando más de lo habitual y resultaba obvia la conexión con la crisis diplomática con Moscú.
El conflicto estalló el 4 de marzo pasado cuando Sergei Skripal, un exespía ruso refugiado en Londres desde 2010, fue envenenado junto a su hija Yulia con un gas nervioso en un barrio de Londres. El gobierno británico responsabilizó a Moscú por el ataque y aplicó una serie de sanciones diplomáticas que fueron acompañadas por otros países occidentales y derivaron en la expulsión de decenas de diplomáticos rusos.
Aunque no hubo detalles sobre su estado de salud, hace diez días Skripal ya recibió el alta médica, al igual que su hija, con anterioridad.
El lugar de residencia de Abramovich, dueño del Chelsea desde 2003, es formalmente Jersey, en las islas anglonormandas. La fortuna del empresario es estimada por Forbes en 11.500 millones de dólares, la octava fortuna de Rusia.
Desde la crisis por el caso del exespía, Londres, conocida como Londongrado por el número de rusos que residen allí, ha visto cómo los oligarcas elevaron al extremo las medidas de seguridad en sus mansiones.
Tras conocerse la noticia de la adopción de la ciudadanía israelí (una posibilidad que tenía Abramovich por su condición de judío de la diáspora), el gobierno de Vladimir Putin se limitó a reconocer que el oligarca tenía ese derecho. “El Kremlin no piensa nada sobre” la nacionalización israelí del dueño del Chelsea, dijo ayer el vocero de Vladimir Putin, Dimitri Peskov, al ser interrogado al respecto por la prensa. “Un empresario obtiene la ciudadanía israelí. ¿Y qué? Es su derecho”, agregó Peskov.
Al obtener la ciudadanía, Abramovich se convirtió automáticamente en el hombre más rico de Israel.
El multimillonario llegó anteayer al aeropuerto Ben Gurion, de Tel Aviv, desde Moscú y manifestó que usó de modo legal su origen judío para obtener la ciudadanía.
Ahora será un “olé hadash” (“nuevo inmigrante” en hebreo), y si bien con sus 51 años viajó en forma repetida a Israel, ahora su estatus dejó de ser el de un extranjero.
Según los medios israelíes, ya encontró casa en uno los lugares más acomodados de Tel Aviv, en el barrio Neve Tzedek, donde le compró un exhotel a Yaron Versano, marido de la actriz local Gal Gadot, famosa por su papel como la última Mujer Maravilla. Si este barrio desde antes era exclusivo, ahora con el nuevo vecino magnate seguramente se posicionará todavía más alto en las cotizaciones inmobiliarias.