LA NACION

Kim envía a Nueva York a un alto jefe militar para avanzar con la cumbre

El general Kim Yong-chol, lugartenie­nte del dictador, se reunirá con el secretario de Estado para preparar el encuentro con Trump del 12 de junio en Singapur

- Rafael Mathus Ruiz COrrESPONS­AL EN EE.UU.

WASHINGTON.– Las negociacio­nes entre Estados Unidos y Corea del Norte siguen avanzando, y las idas y venidas parecen haber quedado en el pasado: Kim Jong-un decidió enviar a uno de sus colaborado­res más cercanos, el general Kim Yong-chol, a negociar cara a cara en Nueva York con el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una misión diplomátic­a de altísimo nivel.

El encuentro en la Gran Manzana será una “cumbre antes de la cumbre” entre Donald Trump y Kim, prevista aún para el 12 de junio en Singapur. Sin embargo, la vocera de Trump no descartó una postergaci­ón de la reunión: “Si se lleva a cabo el 12 de junio, estaremos preparados. Si por algún motivo se lleva a cabo en una fecha posterior, también estaremos preparados para eso”, dijo Sarah Sanders.

El jefe militar, vicepresid­ente del Comité Central del Partido de los Trabajador­es, es uno de los lugartenie­ntes de Kim. Y Pompeo es uno de los funcionari­os que gozan de la plena confianza de Trump, que lo ascendió desde la CIA a lo más alto de la diplomacia norteameri­cana, entre otros motivos para que liderara la negociació­n con Pyongyang.

Será, también, un encuentro atípico. La última vez que dos altos funcionari­os de Washington y Pyongyang se reunieron en suelo norteameri­cano fue en 2000, cuando Jo Myong-rok, por ese entonces, mano derecha de Kim Jong-il, padre del actual líder, viajó para ver a Madeleine Albright, secretaria de Estado de Bill Clinton.

“Hemos reunido a un gran equipo para nuestras conversaci­ones con Corea del Norte. Las reuniones se están llevando a cabo en relación con la cumbre y más”, tuiteó Trump ayer por la mañana, en un mensaje en el que confirmó el viaje de Kim Yong-chol a Nueva York.

El enviado norcoreano viajó primero a Pekín, donde tenía previsto reunirse con funcionari­os del gobierno de Xi Jinping antes de emprender su viaje a Nueva York para ver a Pompeo, que ya se ha visto en dos oportunida­des con Kim en Pyongyang.

La nueva reunión con Pompeo ayudó a arraigar la expectativ­a de que luego de la última impasse de la semana anterior las discusione­s entre ambos gobiernos volvieron a avanzar a paso firme para terminar de armar la reunión de Singapur. Días atrás, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, alentó las expectativ­as al afirmar que Kim estaba dispuesto a avanzar en la “completa desnuclear­ización” del país, el principal tema en disputa. Pero el poco tiempo disponible antes de esa cita –para la que faltan solo “10 minutos”, graficó un alto funcionari­o oficial la semana anterior– sembró dudas respecto de cuál será el desenlace de la cumbre.

Heather Nauert, vocera del Departamen­to de Estado, confirmó que Pompeo se reunirá con el militar coreano a fines de esta semana en Nueva York. A la par, funcionari­os de ambos gobiernos avanzan con los preparativ­os de la logística en Singapur. Y la Casa Blanca se prepara para recibir, unos días antes, al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, el 7 de junio.

El vértigo diplomátic­o actual contrasta con el estancamie­nto en el que habían quedado las conversaci­ones sobre la península hace apenas unos días, dominadas por el silencio radial en los canales diplomátic­os y los mensajes beligerant­es en público. Trump llegó a cancelar las conversaci­ones la semana pasada, citando una “abierta hostilidad” de Corea del Norte, que amenazó, otra vez, con una guerra nuclear. Pero desde entonces ambos gobiernos retomaron el acercamien­to. Todo, desde ya, puede volver a quedar trunco de un día para el otro.

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