Vocaciones. El desafío de elegir una carrera en tiempos de incertidumbre laboral
En Provocación, 1200 estudiantes de los últimos años del secundario escucharon a expositores que los alentaron a encontrar una profesión; las demandas del mercado, una variable a considerar
Sentado en una de las últimas filas del auditorio de la Usina del Arte, Matías Rodríguez sonreía. “No tengo ni idea de qué voy a estudiar. Tal vez algo vinculado a Humanidades”, se sinceró el alumno de 4° año de un colegio de Palermo. Como él, estaban en la misma encrucijada gran parte de los 1200 jóvenes de los últimos años de escuelas secundarias de la ciudad y la provincia que se acercaron, ayer, a Provocación, el encuentro que, a través de charlas al estilo TED, intentó inspirarlos para que encuentren su vocación.
Sobre todo, como indica Fabián Pereyra, director general de Políticas de Juventud del gobierno porteño, cuando hay una clara disociación entre las carreras que hoy demanda el mercado y las que eligen los jóvenes. Esto genera un panorama complicado porque, como explica el funcionario, “hoy los jóvenes se vuelcan mayoritariamente a las carreras humanísticas, como Abogacía o Sociología, datos que confirman los últimos números de egresados de la Universidad de Buenos Aires (UBA), mientras que hoy el mercado busca programadores, enfermeros, gastronómicos y programadores de videojuegos”.
Algo de eso se plasmó en la edición del año pasado de la exposición Empleo Joven, en la que participaron 175.000 interesados, se ofrecieron 11.000 oportunidades laborales y apenas 3150 se concretaron. Es decir, solo un 27 por ciento.
En la Usina del Arte, los estudiantes se agolparon frente a los simuladores de realidad virtual y a los afiches de institutos que ofrecían cursos de programación de videojuegos, animación 3D y robótica. Sin embargo, al ser consultados sobre su futuro educativo, la mayoría dijo que piensa estudiar alguna carrera tradicional (Medicina, Ingeniería o Abogacía). Otros señalaron que seguirán Psicología.
“Yo estoy más que nada decidido por Psicología, pero también estoy pensando en todo lo que tiene que ver con el futuro y la tecnología, la programación y el desarrollo de videojuegos”, explicó Francisco Torres, alumno de cuarto año. Su compañero Facundo Loza si bien se debatía entre profesiones vinculadas a la escritura, evaluaba estudiar Programación porque sabe que tiene más salida laboral.
“Uno encuentra su oficio donde ve un mundo infinito”, dijo en el escenario uno de los expositores, el emprendedor social Tomás Montemerlo. Pese a haber estudiado Administración de Empresas, una experiencia en Chaco lo convenció de que quería trabajar por la educación. Hoy siente que su camino no fue en vano y que su carrera lo formó y llenó de herramientas. “Está buenísimo que no sepan qué van a hacer en unos años”, señaló Montemerlo, que es cofundador de Voy con Vos, una ONG que promueve la educación en parajes rurales.
“Qué me motiva, qué me gusta, qué me hace vibrar, son preguntas que me hago todo el tiempo”, contó en el escenario Martina Rua, periodista especializada en innovación y tecnología.
Confiar en los instintos, encontrarse y dedicarse a lo que uno lo llena fueron los ejes que recorrieron todas las exposiciones.
Sofía von Wernich fue la oradora más esperada. Esta cantante de 20 años hace poco abandonó su carrera de Veterinaria para dedicarse a la música. Hoy cautiva a más de 200.000 seguidores en Instagram. “Decidí animarme y no confiarme. Estoy trabajando por cumplir mi sueño”, contó.
Sebastián Bortnik, experto en seguridad informática, fascinó a la audiencia con su defensa de la cultura hacker. “Para mí es una buena palabra, hace 15 años que me dedico a esto y me sigue pareciendo apasionante”. E hizo un llamado especial: “Me encantaría que haya muchas más mujeres hackers”.