LA NACION

Las empresas de las provincias adeudan el pago de la electricid­ad

Mientras los gobernador­es apoyan la rebaja de las tarifas, las compañías provincial­es deben miles de millones de pesos a la distribuid­ora mayorista

- Pablo Fernández Blanco

La discusión sobre las tarifas anotó ayer una gran contienda política en el Senado, pero tiene un correlato económico mucho más profundo que implica el destino de miles de millones de pesos.

La molestia del Gobierno con respecto al tema la hizo notar el presidente Mauricio Macri en un mensaje público en las últimas horas, preocupado por la porción de subsidios que el Estado debería volver a cubrir si se diera marcha atrás en los aumentos (el motivo por el cual recurrirá al veto). Pero no es el único cortocircu­ito entre los funcionari­os nacionales y las representa­ciones provincial­es, que impulsaron la medida.

Sucede que, mientras los representa­ntes de los gobernador­es en el Congreso reclaman la revisión de las subas y su regreso a los valores de fines del año pasado, las distribuid­oras provincial­es de energía les adeudan una factura millonaria a quienes producen la electricid­ad. En otros términos: quienes piden una baja en las boletas no están pagando la luz. Al menos así lo ven en la Casa Rosada. Las distribuid­oras provincial­es les venden luz a los usuarios finales. Deben cobrarla y luego pagarle a Cammesa, la compañía administra­dora del mercado eléctrico mayorista, un ente mixto con participac­ión privada, pero bajo gestión estatal, que a su vez cancela la factura con los que producen la electricid­ad, un grupo compuesto por empresas diversas que van desde Yacyretá hasta Pampa Energía, entre muchas otras.

Hasta el 21 de mayo, las distribuid­oras le debían a Cammesa $14.477 millones. Entre los grandes deudores están las empresas que responden a los gobernador­es. Secheep, de Chaco, tiene un rojo de $2454 millones, que equivale a 31,7 meses; EPE, de Córdoba, adeuda $2509 millones, que representa­n 2,4 meses, y DPE, de Corrientes, $2571 millones (unos 40,8 meses). La SPSE de Santa Cruz, en la órbita de la gobernador­a Alicia Kirchner, debe $1129 millones, equivalent­es a 20,2 meses del servicio. EMSA, de Misiones, y la DPE de Ushuaia también tienen números negativos.

No es la primera molestia con los gobernador­es que le genera al Gobierno el enfrentami­ento por las tarifas. Macri acusó a los jefes provincial­es y a los intendente­s de cargar las boletas con sus propios gravámenes, algo que terminaba engrosando el número que cada mes deben desembolsa­r las familias. En el caso de la electricid­ad, un recuento de la nacion muestra cuáles son las cargas municipale­s en cada distrito de la zona metropolit­ana que engordan las boletas de luz y hacen que un usuario de Avellaneda, por ejemplo, pague mucho más que un porteño pese a haber tenido el mismo consumo de electricid­ad en un período determinad­o.

Enlazo na de concesión de E de sur, nadie paga más que un vecino de Avellaneda. Son $170 en concepto de tasa de alumbrado público, que se suman a una contribuci­ón municipal de $30,53, que es igual para todos los partidos en los que opera esa distribuid­ora en la provincia. En total, representa­n $200,53 que van a la intendenci­a de Jorge Ferraresi y se llevan el 23,5% de la factura de $852 que le llega a un usuario promedio, con un consumo de 300 kWh mensuales. En la zona de Edenor pasa algo similar. Si bien la contribuci­ón municipal es un poco más alta ($31,86 en los partidos bonaerense­s), los picos son más bajos. Entre los mayores beneficiad­os por la benevolenc­ia de los intendente­s (al menos en las facturas de luz) están Tres de Febrero, Vicente López, San Isidro y La Matanza, que no cobran tasa de alumbrado.

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