una rivalidad en finales que es toda una rareza en el deporte de ee. uu.
Warriors vs. Cavaliers no tiene parangón en décadas en béisbol, fútbol americano ni hockey
El cuarto capítulo. Un choque de planetas. La Guerra de los Mundos de la NBA está a punto de estallar. Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers estarán hoy, desde las 22 de la Argentina, por cuarta vez consecutiva frente a frente por la conquista del anillo. La batalla comenzará en Oakland y dominará la escena como nunca antes. Las dos franquicias están reescribiendo la historia en el deporte de Estados Unidos, tanto que jamás en ninguna de las principales competencias de equipo de ese país (MLB –béisbol–, NFL –fútbol americano–, NHL –hockey sobre hielo– y NBA) estuvieron cara a cara por cuatro años seguidos las mismas franquicias para decidir un campeonato.
No solamente nunca ocurrió que los deportes principales de Estados Unidos tuvieran semejante dominio de dos equipos, sino que además, la última vez que se repitieron los finalistas en más de dos ocasiones fuera de la NBA fue hace 62 años, en la NHL, con el duelo entre Montreal Canadiens y Detroit Red Wings, que definieron en 1954, 1955 y 1956. En tanto, en la era previa al Super Bowl de la NFL Detroit Lions y Cleveland Browns se midieron por el trofeo en 1952, 1953 y 1954. Mucho más tiempo pasó en la MLB desde la última vez que hubo dos equipos mano a mano en más de dos ocasiones seguidas por la corona de la Serie Mundial; fue hace 95 años, cuando New York Giants y New York Yankees se enfrentaron en 1921, 1922 y 1923.
Dentro del universo NBA nunca se había concentrado tanto el poder en dos franquicias en la definición por el anillo, ni en la mejor época de Los Angeles Lakers y Boston Celtics. Los dos colosos jugaron seis finales en ocho años, entre 1962 y 1969, cuando el básquetbol era cosa de Bill Russell, John Havlicek, Jerry West y Elgin Baylor. Pero nunca estuvieron cara a cara en más de dos finales consecutivas. La era LeBron James y Stephen Curry está quedándose con los flashes.
“Es emocionante tener otra oportunidad y competir por el campeonato. Tenemos aún una serie por delante y, con suerte, la resolveremos y lo conseguiremos. Estoy contento de estar de vuelta”. Las palabras de Kevin Durant resuenan en un Golden State que está en el lugar que pretendía desde que comenzó la temporada. Incluso, en la encuesta anual que se hace antes de comenzar el torneo con los 30 directores deportivos de la NBA, el 93% de ellos aseguraba que Warriors iba a ganar nuevamente el título. Incluso, en la casa de apuestas se mantiene la tendencia. En 16 años, ningún equipo había sido favorito por tan amplio margen como este. El margen es de 12 puntos para el primer encuentro de la final, de acuerdo con ESPN Stats & Information.
Estas cuestiones no intimidan a Cleveland. En la mirada de Tyronn Lue, el entrenador, queda en claro: “Todos nos enfocamos en ganar un campeonato. Jugamos nuestro mejor básquetbol en los playoffs. Hemos mejorado durante la postemporada. Nuestro objetivo principal es ganar un campeonato, así que no podemos preocuparnos por lo que dice de nosotros la gente de fuera ni por quién es su favorito. Sabemos lo que tenemos y lo que tratamos de hacer”.
Es un choque de talentos. LeBron James concentra las miradas con su octava final de la NBA consecutiva y la novena de su carrera (cuatro en Miami Heat y cinco en Cleveland). Apenas cinco jugadores en la historia de la NBA, todos de Boston Celtics durante las décadas de 1950 y 1960, llegaron a ocho finales de la liga. “Desde luego sabemos de qué es capaz LeBron “, dijo Curry. El base de Warriors es el conductor de un equipo que desde 2014, cuando asumió como entrenador Steve Kerr, perdió apenas 20 partidos en postemporada. Curry, Klay Thompson, Kevin Durant y Draymond Green se convirtieron en un cuarteto que parece imbatible.
Si bien la mirada de muchos fanáticos apunta a un cuento repetido que ya aburre, la variedad de talentos concentrados en una cancha no hace más que confirmar que la nueva disputa del trofeo entre Warriors y Cavaliers es el cuarto capítulo de la zaga más interesante en la historia de la NBA.