Buques y aguas de lastre
El desarrollo de un protocolo de acción en forma conjunta con el Ministerio de Medio Ambiente, de Ciencia y Tecnología, de Transporte, el Conicet, la Prefectura Naval Argentina y el CPA “es fundamental para realizar la prevención de EEI”, destacó Evangelina Schwindt, representante del Conicet y del Proyecto EEI. “Desde 1880 tenemos EEI en la Argentina y lo más preocupante es que el crecimiento sigue”, señaló. Aunque “no se puede prevenir el 100% de la introducción de especies invasoras, instalaremos una “malla o tamiz” que nos permita detectar cuáles especies son de alto riesgo a través de un protocolo de trabajo que involucra varias etapas: evaluación de riesgo, detección temprana, acción precoz y prevención de dispersión”, explicó. Por su parte, desde 2015 la Prefectura Naval Argentina es la autoridad de aplicación para el control de los buques que ingresan en los puertos en materia de prevención, eliminación de riesgos para el medio ambiente, la salud de la población, los bienes y los recursos resultantes de la transferencia de organismos acuáticos perjudiciales y agentes patógenos por medio de la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques. La última reglamentación de la Prefectura en relación a las EEI se basa en el control de las aguas de lastre. Según la subprefecta Mariana Abelando, las EEI tienen dos posibles maneras de ingresar: una, por medio del agua de lastre, “cuando un buque está descargando toma agua en el puerto y estas aguas contienen microorganismos, huevos y larvas, luego el buque emprende su viaje y, al llegar a un puerto nuevo, ‘deslastra’ para poder realizar la carga. La otra forma de ingreso es por medio de incrustaciones, ya sea de buques comerciales de gran porte o embarcaciones menores”.