La Argentina, tan solo un espectador en una gran puja mundial
La gestión del gobierno logró una exención que favorece a cuatro países
Mientras ayer escalaba el conflicto entre Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Canadá y México como consecuencia de los aranceles al acero y al aluminio que impuso la administración de Donald Trump a esas naciones, en el gobierno argentino la sensación era, en cambio, de satisfacción.
La Argentina fue uno de los cuatro países, junto con Australia, Corea del Sur y Brasil, que lograron excepciones a esas medidas que amenazan con provocar un fuerte tembladeral en la industria nacional.
El 1° de mayo pasado, el gobierno norteamericano anunció la formalización permanente de la excepción a los aranceles para el país.
Allí se aclaró que la Argentina podría exportar sin aranceles una cantidad equivalente al volumen habitual de exportaciones de estos productos hacia Estados Unidos.
Más precisamente, una cantidad equivalente al 100% del promedio del aluminio y al 135% del promedio del acero exportado en los últimos tres años hacia ese país ingresará sin aranceles.
La exención, considerada un “triunfo diplomático oficial”, se dio gracias a las gestiones llevadas adelante, durante más de un mes, por el presidente Mauricio Macri (quien se comunicó directamente con Trump por este tema), y de ellas participaron distintos ministerios.
Las cabezas de la negociación fueron el Ministerio de Producción y la Secretaría de Comercio. A Francisco Cabrera y Miguel Braun se sumaron también la Cancillería y el Ministerio de Hacienda.
Riesgos
La decisión de Trump –preámbulo de una guerra comercial en el orden global, según los analistas (ver aparte)– había puesto en riesgo las exportaciones (y por lo tanto gran parte de la producción y el empleo) de empresas como Tenaris (Grupo Techint) y Aluar.
En 2017, las exportaciones de acero y de aluminio de la Argentina a Estados Unidos sumaron en conjunto unos 770 millones de dólares.
Para torcer la decisión del magnate norteamericano, el gobierno de Mauricio Macri puso el acento en que las importaciones de acero argentino de Estados Unidos representan solo el 0,6% de las compras al exterior y en que se trata de productos de “alto valor agregado”.
Actualmente las ventas se concentran en tubos de acero sin costura, que produce Tenaris (200.000 toneladas en Estados Unidos).
Para el aluminio, el Gobierno brindó el mismo argumento: las importaciones argentinas representaron tan solo el 2,3% de las compras totales. Aluar facturó en ese país en 2017 unos 550 millones de dólares.